Unos 118.000 millones de dólares gastaron los estadounidenses durante 2020 en nuevos servicios de telecomunicaciones hogareños, un crecimiento importante en relación a los 91.000 millones registrados el año anterior. Las cifras son de BroadbandNow y muestran que, al menos en los Estados Unidos, la pandemia empujó a 38 millones de hogares a comprar nuevos servicios de banda ancha para poder tener mejores servicios (o más económicos) durante el período de asilamiento social obligatorio.
Con la pandemia en puerta y una migración del trabajo de la oficina al hogar, los usuarios parecen más permeables a buscar servicios que ofrezcan una mejor experiencia de usuario, aunque eso signifique tener que sumar costos a su presupuesto. Quizás en Latinoamérica, donde la pandemia tuvo mayor impacto en lo económico, esta tendencia sea menos pronunciada, pero no habría que sorprenderse si los números también mostraran un crecimiento de la demanda en servicios de mayor calidad —o al menos, mayores quejas relacionadas con los servicios prestados por los operadores—. Es que, finalmente, a mayor consumo de servicios al interior del hogar, es cada vez más importante contar con servicios de suficiente ancho de banda para poder dar respuesta a las necesidades de trabajo, educación y entretenimiento.
Así, en uno de los países más desarrollados del mundo, el 29 por ciento de los contratos firmados en 2021 correspondieron a servicios de Internet de velocidades de 300 Mbps o más, comparado con el nueve por ciento registrado el año anterior. La demanda de servicios entre 100 y 300 Mbps se mantuvo y cayó la búsqueda de servicios con velocidades menores a 100 Mbps.
También se observa un interés de cambiar hacia conexiones de menor precio, quizás debido a la crisis económica producida por el covid-19. Un tercio de los encuestados señaló que la razón por la que cambiaron de operador tiene que ver con la búsqueda de mejor precio, en una tendencia que posiblemente podamos ver también en nuestra región.
Pero quizás lo más sorprendente de reporte de BroadbandNow es que la pandemia parece haber impulsado un servicio olvidado: la telefonía fija. Las conexiones tradicionales de telefonía han tenido un pequeño repunte con respecto a 2019 debido a la adquisición de líneas en paquete y una necesidad de mayor conexión.
La mayoría de los encuestados por BroadbandNow señalan haber suscripto un plan de telefonía en 2020. Dos tercios cuentan con un servicio móvil mientras que el 28 por ciento tiene un servicio fijo, un cuatro por ciento más que el año anterior. El 78 por ciento de los encuestados indicaron, además, que modificaron sus servicios de telefonía en los últimos 12 meses. La mayoría (64 por ciento) señaló que la razón tenía que ver con la búsqueda de mejor precio. Pero un no despreciable 39 por ciento señaló a la calidad como un tema a tener en cuenta a la hora de cambiar de servicio de telefonía.
Diferente fue el caso de los servicios de streaming, cuya contratación ha decrecido luego de un 2019 récord impulsado por el lanzamiento de Disney+ y Apple TV+. Lo mismo ocurre para el segmento de cable y satelital, que mantiene una tendencia al cord-cutting —algo que en Latinoamérica todavía no se verifica—. El entretenimiento dejó de ser importante en un año en el que el foco en el hogar estuvo puesto en continuar con el trabajo y la educación. Para este 2021, BroadbandNow avizora que en los Estados Unidos continuará la tendencia a la búsqueda de una mejor calidad en el hogar. En Latinoamérica, la llegada de 5G muestra un foco en banda ancha fija, justamente para dar respuesta a las necesidades de velocidad de los hogares. Pero sin mayor desarrollo de fibra óptica, posiblemente la región se quede en la queja por la deficiencia de los servicios.
Fuente: TeleSemana
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