El Instituto Federal de Telecomunicaciones dispuso de 500 Megahertz de frecuencias adicionales de uso libre que ayudarán a descongestionar el tráfico de las redes Wi-Fi y a permitir que en el mediano plazo se comercialicen más teléfonos con tecnología de recepción Wi-Fi 6E, que a su vez facilitan velocidades de hasta 1Gbps de navegación.
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) determinó que de un paquete de 1,200 Megahertz de frecuencias ubicada en la banda de los 6 Gigahercios (GHz), un primer tramo de 500 Megahertz podrán ser utilizados sin la necesidad de un título de concesión y para servicios de baja potencia en interiores y exteriores, y desde redes de Wi-Fi. La autoridad también reservó otros 700 Megahertz por la posibilidad de que en el futuro la industria celular necesite todas esas frecuencias o tramos de la misma para la prestación de servicios de nueva generación, que pudieran ser aplicaciones de realidad virtual o realidad aumentada que demandan demasiado ancho de banda.
El segmento de frecuencias recién clasificado se ubica entre los 5925 y los 6425 Megahertz.
Con esta determinación, la autoridad reguladora zanja, por ahora, una historia de casi tres años de consultas y análisis en que cuatro industrias pugnaron por la atribución definitiva de todas esas frecuencias a favor de sus intereses propios: la industria móvil, las compañías de Internet, los operadores de espectro de uso libre y los fabricantes de componentes, principalmente.
“Nosotros tenemos que darle tranquilidad al bien común, no a los intereses particulares de nadie. No estamos trabajando para favorecer los intereses de la industria móvil o la fija; nosotros velamos por el interés público. Las determinaciones que busca tomar el IFT van dirigidas en ese sentido”, comentó el regulador ante ese contexto de puja.
Uno de los objetivos primeros del IFT con esta determinación es apoyar en la descongestión de las redes, propiciar que un mayor número de dispositivos habilitados para usar ese espectro, para tecnología Wi-Fi 6E, estén al alcance del consumidor y que los consumidores también puedan utilizar una conexión Wi-Fi de mayor velocidad por las bondades de la naturaleza técnica de estas frecuencias.
El
IFT también intenta con esta decisión que esos 500 Megahertz puedan ayudar a
aquellos operadores regionales y locales que proveen servicios de Internet de
manera inalámbrica en poblaciones de centenas de habitantes en los que no
existen coberturas de las grandes compañías por la escasa rentabilidad que
ofrecen ese tipo de mercados.
Los 500 MHz ahora clasificados se suman a las frecuencias
de uso libre disponibles en las bandas de 2.4 GHz y de 5 GHz que ya se utilizan
en tecnología Wi-Fi.
El Instituto Federal de
Telecomunicaciones advierte desde ahora que el último tramo de esos 1200 MHz,
compuesto por cien Megahertz de señales, los destinaría a procesos de
adjudicación para la industria móvil en el futuro próximo. Y si la evolución
tecnológica, los planes de las empresas y el poder adquisitivo de los
consumidores permiten una convergencia de esas tres vertientes a través de la
disponibilidad de servicios con valor agregado, entonces el regulador valorará
entregar todos los 700 MHz a las compañías celulares.
“La determinación sobre
estos 700 MHz no está tomada. Puede ser que no se toque nada o que una parte
sea para la industria móvil y otra para Wi-Fi; o que todo sea para Wi-Fi o toda
para lo móvil. La gama de alternativas ahí está; hay que determinar lo que
sucederá (…) Esto quiere decir que el IFT podría ampliar de 500 a 1,200 MHz… O
que podría determinar que parte de esos 700 MHz, o todos fueran para espectro
IMT”, dijo Alejandro Navarrete, director de la Unidad de Espectro
Radioeléctrico del IFT.
Fuente: El Economista
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