Si bien no hay forma de
predecir cómo se desarrollará el año, para las empresas de telecomunicaciones
existen algunas tendencias que se espera se vuelvan repetitivas.
Lo primero es mayor énfasis en datos. Las decisiones
basadas en datos pueden ayudar a las empresas a reducir los costos operativos,
reinventar las experiencias de los clientes e impulsar nuevas innovaciones. Las
compañías de telecomunicaciones tienen océanos de datos, pero gran parte de
ellos son multidominio y están en silos. Esto dificulta la consolidación, el
control y el intercambio de datos en toda la organización.
Se vuelve necesario adoptar una arquitectura de malla para liberar los datos. Luego, se comparten en un catálogo centralizado donde las líneas de negocios pueden ser descubiertas para consumirlas y brindar resultados comerciales transformadores.
Una malla de datos también garantiza que las líneas de
negocio tengan las herramientas adecuadas para el trabajo. Por ejemplo, permite
que los que no son científicos de datos construyan, entrenen e implementen
modelos de Machine Learning (ML), lo que aumenta su adopción en toda la
organización y ofrece un impacto exponencial en la innovación.
Segundo, sostenibilidad. Los costos de energía se mueven
a la parte superior de la agenda. Las empresas de telecomunicaciones tienen un
papel importante que desempeñar para ayudar a otras industrias a ser más
ecológicas mientras reducen sus propias emisiones. La industria mundial de
telecomunicaciones produjo 2,6 % del total mundial de emisiones de dióxido de
carbono (CO2) en 2020, según el reporte de la Asociación Europea de Operadores
de Redes de Telecomunicaciones. En comparación, la industria mundial de la
aviación civil representa alrededor de 2%.
Con el aumento de los costos de la energía, las
operaciones basadas en datos podrán ayudar a las empresas de telecomunicaciones
a reducir su uso. Según Gsma Intelligence, el consumo de energía representó
15-40% del gasto operativo de las empresas de telecomunicaciones en 2021, y se
espera que esa cifra aumente en los próximos años. Informes de McKinsey y
Ericsson estiman que la mayor parte de ese consumo de energía provendrá de las
redes de acceso de radio (RAN) y alrededor de 60% a 75% del consumo de energía
de un operador de red móvil.
Sin duda alguna, pasarse a la nube ahorra energía. La
migración de cargas on-premises a AWS puede reducir la huella de carbono del
workload en casi 80%, según varios estudios realizados por la firma analista
internacional 451 Research, parte de S&P Global Intelligence. Esa cifra
aumentará a 96% una vez que AWS funcione con energía 100% renovable (meta que
Amazon espera alcanzar en 2025).
Tercero, más asociaciones harán crecer el ecosistema 5G a
medida que maduren las redes. Durante los últimos años, hemos escuchado la
promesa de ingresos adicionales del 5G, pero todavía tenemos que ver que se
cumpla esta promesa. Este año marcará el comienzo de un punto de inflexión. Con
la maduración de las redes y el hardware es necesario más asociaciones entre
industrias y funciones cruzadas necesarias para crear nuevos servicios 5G. De
igual forma, será importante reducir las barreras para construir y administrar
redes 5G públicas y privadas.
Cuarto, la transformación de las propias empresas de
telecomunicaciones. La cuarta tendencia en el próximo año será la evolución
acelerada de las empresas de telecomunicaciones a “tech-cos”. Estas compañías
buscan ansiosamente el crecimiento de sus ingresos, innovación más rápida y
capacidades internas para desarrollar e introducir nuevos servicios y ofertas a
sus clientes.
Fuente: La República
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