El rostro y la huella son las nuevas contraseñas
en el mundo digital.
Es muy probable que conozca a un familiar, un amigo, vecino o compañero de trabajo que, de un día para otro, descubrió que era deudor de un crédito o un plan de telefonía celular que nunca contrató.
La sorpresa puede ser mayor luego de consultar al establecimiento, pues hay casos donde comercios, bancos, cooperativas, entidades de Gobierno, entre otros, dicen tener en su poder documentos firmados y hasta una fotocopia de la cédula de la persona que ha sido suplantada.
Los casos de suplantación, desde luego, también llegan a entornos digitales. Hoy, el correo electrónico se convirtió en el objetivo prioritario de los ciberdelincuentes, dado que -en la mayoría de los casos- solo una contraseña los separa de los datos personales e información financiera que sus víctimas tienen alojados en su buzón de entrada.
Pregúntese: ¿en qué está fallando los procesos de validación de identidad que todas las compañías deben realizar? Y, lo que es más importante, ¿cómo estos podrían volverse más seguros si la autenticación se realiza a través de su huella o rostro?
Panorama del fraude
Como lo explica Sergio Acuña, director de producto de Identidad Digital y firma electrónica en Olimpia IT, “sin importar si se trata del sector financiero, comercio electrónico, telecomunicaciones, operadores postales o hasta trámites pensionales, donde haya una entrega de beneficios a un usuario (por ejemplo, desembolsos de dinero) hay una ventana para el fraude por suplantación de identidad”.
Y es que la suplantación ha evolucionado al mismo ritmo de la transformación
digital de las empresas, especialmente en los tiempos del covid-19, haciendo
que las modalidades de estafa o fraude sean tan diversas como engañosas; desde
el ‘vishing’ (suplantación de identidad por teléfono), pasando por el
‘smishing’ (suplantación por mensajes de texto) y hasta el ‘pharming’
(redirigir a las víctimas a sitios web falsos), todo trámite virtual o remoto
está en riesgo.
Sin embargo, las compañías en Colombia (tanto del sector público como privado) han venido implementando tecnologías de autenticación biométrica para cambiar esta realidad.
¿Cómo es esto posible? A continuación, las perspectivas del uso de biometría dactilar y facial para incrementar los niveles de seguridad en todo tipo de trámites y procesos.
Autenticación biométrica
El experto de Olimpia IT define a la biometría como “un
mecanismo que ayuda a garantizar de forma fehaciente la validación de identidad
de una persona. A través de terminales que capturan la huella digital o el
rostro, es posible cotejar esa información bases de datos confiables como la de
la Registraduría Nacional”.
En Colombia, las empresas han adoptado esta tecnología de la mano de operadores
biométricos habilitados y certificados por la Registraduría Nacional para
permitir que los trámites y operaciones sigan siendo seguros.
Del lado de los fondos de pensiones, ya varias de estas entidades han acudido a
operadores biométricos para la autenticación plena del beneficiario que
solicita retiros de sus cesantías o bonos pensionales, por ejemplo.
Además, los operadores postales y sus estrategias contra los riesgos de lavado
de activos, financiamiento del terrorismo y la financiación de la proliferación
de armas de destrucción masiva se ven fortalecidas en los procedimientos de
conocimiento de sus clientes mediante mecanismos efectivos de verificación de
identidad como puede ser la biometría facial o dactilar.
“En el sector de telecomunicaciones, la biometría hará que adquirir un plan de
celular o un plan de televisión por cable sea un proceso transparente, tanto en
la vinculación de clientes como en la entrega de productos. Y en el ámbito
notarial, la biometría fija (con terminales en notarías) y móvil (a través de
sitios web) permite garantizar que quien hace un determinado trámite es quien
dice ser, además de impulsar la transformación digital de este sector”, agrega
Sergio Acuña.
Una evolución en marcha
Olimpia IT ha acompañado a empresas de todos los sectores económicos y de Gobierno en la implementación de factores de autenticación, entre ellos la biometría dactilar, la validación de datos biográficos, claves dinámicas e información sociodemográfica que validan la identidad de una persona por canales presenciales como no presenciales.
Para este operador con más de 10 años de experiencia en biometría, la transformación digital mediante soluciones de validación de identidad es un gana-gana para organizaciones y ciudadanos. Estos últimos no solo tienen la seguridad de que otra persona no podrá acceder a sistemas, dispositivos o productos a su nombre, sino que tienen la confianza de que sus datos personales están bien salvaguardados con un operador biométrico certificado.
Que no roben sus datos
Los estafadores siempre estarán al acecho. Por ello, Olimpia IT comparte una serie de ‘tips’ prácticos que evitarán que le suplanten su identidad por medios físicos o digitales:
1. Si le piden colocar su huella en un captor biométrico, cerciórese de que dicho dispositivo está certificado por la Registraduría Nacional.
2. En lo posible, no distribuya su huella en recintos con validación no controlada, como accesos a edificios. Además, procure siempre usar el índice derecho.
3. Si accede a un sitio web que ya incorporó la autenticación por biometría facial, debe solicitarle su autorización para el tratamiento de datos personales.
4. Solo envíe fotocopias de su cédula por medios digitales, en formatos como PDF o JPG.
5.
Antes de entrar a un determinado ‘link’ verifique su autenticidad. Un icono de
candado en la URL de su explorador siempre será buena señal.
¡Descubra el verdadero potencial de la identidad facial! Ingrese a https://bit.ly/3yN46DC y conozca el
poder del rostro en procesos de autenticación mediante validación de identidad.
Fuente: El Tiempo - Tecnosfera
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