martes, 26 de julio de 2022

Así venden ‘malware’ en la ‘dark web’ para aumentar la ciberdelincuencia

La reputación y la confianza son partes esenciales del comercio de los ciberdelincuentes, quienes han desplegado en la ‘dark web’ un mercado que potencia la adquisición de ‘kits’ de ‘malware’ listos para usar a precios económicos, inferiores en muchos casos a los 10 euros.


El costo medio de las credenciales del Protocolo de Escritorio Remoto comprometidas
es de algo menos de 5 euros. - Foto:Getty Images

 

El último informe de seguridad publicado por HP Wolf, ‘La evolución de la ciberdelincuencia: por qué la Dark Web está sobrealimentando el panorama de las amenazas y cómo contraatacar’, recoge y analiza la investigación realizada con Forensic Pathways sobre la ‘dark web’, en la que se rastrearon y analizaron más de 35 millones de mercados y mensajes de foros para entender cómo operan los ciberdelincuentes, cómo se ganan la confianza y cómo construyen su reputación.

Los resultados muestran que la ciberdelincuencia se está potenciando a través de kits de ‘malware’ listos para usar (‘plug-and-play’), que facilitan el lanzamiento de ataques. Ya que reducen la necesidad de conocimientos técnicos y experiencia para llevar a cabo ataques complejos y dirigidos; de hecho, sólo el 2 o el 3 por ciento de los autores de amenazas son programadores expertos.

El ‘malware’, además, es barato y fácil de conseguir. Más de tres cuartas partes (76 %) de los anuncios de ‘malware’ que aparecen, y el 91 por ciento de los ‘exploits’ (el código que da a los atacantes el control de los sistemas aprovechando los fallos del software), se venden al por menor por menos de 10 euros. El costo medio de las credenciales del Protocolo de Escritorio Remoto comprometidas es de algo menos de 5 euros.

El informe también recoge que el 77 por ciento de los mercados de ciberdelincuentes analizados requieren una fianza de vendedor que puede costar hasta 3.000 euros. El 85 por ciento de ellos utilizan pagos en custodia, y el 92 por ciento tienen un servicio de resolución de conflictos de terceros.

Los ciberdelincuentes también intentan ir un paso por delante de las fuerzas de seguridad transfiriendo su reputación entre sitios web, ya que la vida media de un usuario o perfil que usa el navegador de Internet ‘Tor’ para moverse por la ‘dark web’ es de sólo 55 días.

Asimismo, se concluye con la investigación que los ciberdelincuentes se están centrando en la búsqueda de brechas en el ‘software’ que les permitan conseguir un punto de apoyo y tomar el control de los sistemas, centrándose en los errores y vulnerabilidades conocidos en el software común.

Algunos ejemplos son el sistema operativo Windows, Microsoft Office, los sistemas de gestión de contenidos web, y los servidores web y de correo. Los kits que aprovechan las vulnerabilidades de los sistemas de nicho son los que alcanzan los precios más elevados (suelen oscilar entre 1.000 y 4.000 euros).

Las vulnerabilidades de día cero (las que aún no se conocen públicamente) se venden a decenas de miles de euros en los mercados de la ‘dark web’.

Así están robando cuentas de WhatsApp en Colombia

Cada vez los delincuentes buscan diferentes maneras para hacer de las suyas y más si se trata de delitos informáticos, donde pueden acceder a información, datos y hasta suplantar personas con el fin de cometer actos delictivos.

Ahora bien, los ciberdelincuentes aprovechan la ingenuidad o confianza que tiene la gente a la hora de abrir enlaces o escanear códigos QR provenientes desde cuentas que parecen oficiales. No obstante, dichos enlaces tienen la capacidad de suplantar identidades y clonar cuentas, tanto de WhatsApp como de las redes sociales.

En ese sentido, los ladrones aprovechan la suplantación de cuentas para hacerse pasar por la persona afectada y así, chatear con sus contactos, pedirles dinero prestado indicando que se encuentran pasando por una urgencia.

El receptor del mensaje al ver la necesidad y la urgencia, además de pensar que habla con el verdadero contacto, no tiene tiempo de verificar la información recibida y en la mayoría de las ocasiones termina cayendo en la trampa de los delincuentes.

La mayor parte de las veces los estafadores piden sumas de dinero, no tan grandes, para que sea más fácil persuadir a las víctimas.

 

Desde las autoridades locales recomiendan verificar siempre desde donde reciben los mensajes y desconfiar de enlaces y códigos QR que provienen de personas que por lo general no envían este tipo de información.



Fuente: Semana

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