La crisis de los chips potencia la demanda de tecnología de segunda mano

Milanuncios ha presentado datos que demuestran un incremento en la demanda de productos de tecnología, en medio de una crisis de mercado por la carencia de chips.

 

Una carencia que no tiene visos de terminar pronto, y que está teniendo un gran efecto en el mercado: encontrar los últimos dispositivos a su precio original se está volviendo imposible en algunos sectores, como las últimas videoconsolas. Las listas de espera también son cada vez más largas, y en algunos casos ya se van para el 2022, sin posibilidad de obtener nuestro dispositivo a tiempo para la temporada navideña.

Para luchar contra esta tendencia, muchos usuarios están confiando en tiendas y plataformas de segunda mano. Según datos de Milanuncios, el pasado mes de septiembre la demanda de productos de tecnología se incrementó un 103% respecto al mismo periodo del año anterior. Es importante recalcar que ese incremento se ha producido pese a que septiembre es un mes muy importante en cuestión de lanzamientos en el sector tecnológico, con la llegada de modelos muy deseados como el iPhone 13 o los últimos móviles Android, por ejemplo.

En total, el servicio registró más de 660.000 anuncios relacionados con tecnología, un incremento del 10,9% respecto al mismo periodo del año anterior; se han publicado más de 1.800 anuncios diarios de telefonía, informática y videoconsolas de media, un mercado que ha movido más de 136 millones de euros en el último año.

Pese a eso, el mercado tecnológico de segunda mano sigue fuerte, y los sospechosos habituales están al frente, con el iPhone 11 y el iPhone 12 liderando las búsquedas de productos en Milanuncios, seguidos de las videoconsolas más populares, la Nintendo Switch, la PlayStation 4 y la PlayStation 5.

No debería sorprender que el 54% de la oferta de anuncios sea de telefonía, con el iPhone como producto más ofertado y más demandado. Curiosamente, la oferta de procesadores ha caído en picado, un 67,6%, pese a que en algunos mercados hay tanta demanda que incluso hay tráfico de chips como si fuese droga.

Fuente: El Economísta