Las medidas para la protección de los datos deben enfocarse en respaldar no solo los flujos de trabajo que ya están en la nube, sino los que se llevan a data centers propios.
En la actualidad es crítico para los negocios tener la confianza de que su información está protegida y siempre disponible, independientemente de si está en ambientes on premise (infraestructura instalada en las oficinas de la empresa), en el edge computing (equipos desde los que acceden los usuarios) o en la nube.
Según un informe de Veeam, el hecho de que más compañías empleen la nube para múltiples cargas de trabajo incrementa la necesidad de darles atención especial a dichos datos, teniendo en cuenta las crecientes amenazas que aquejan a las organizaciones que almacenan su información en la red
Según Ximena Valenzuela, gerente regional de cuentas, en la actualidad es notable la cantidad de empresas que está llevando cargas de trabajo de la nube a sistemas on premise, y viceversa.
Este ir y venir de información tiene una sola conclusión: las medidas para la protección de los datos deben enfocarse en respaldar no solo los flujos de trabajo que ya están en la nube, también los que se llevan a datacenters propios.
Lo importante en este aspecto es que la estrategia esté basada en las exigencias del negocio y responda a lo que busca la compañía.
Muchas empresas se confían en la capacidad de resiliencia de los servicios en la nube, que las llevan a no realizar respaldo de los flujos de trabajo alojados en la nube.
El mensaje es que las estrategias de protección de los datos deben mantener
a salvo absolutamente todos los archivos y bases de datos que se ejecutan desde
ambientes en la nube.
Los backups
El acceso de diversos equipos a la información afecta la manera en la que una empresa debe asumir la seguridad de su información. Sin embargo, la tendencia indica que sin importar cuántas personas y en qué momentos accedan a los datos, un backup hecho de la manera adecuada será siempre garantía para salvaguardar el contenido.
Igualmente, en la nube son comunes las aplicaciones que ofrecen cierta capacidad de respaldo de la información. Si alguna eventualidad sucede, los equipos de TI tienen la capacidad de retroceder en el tiempo para restaurar lo que haya salido mal.
Sin embargo, muchas organizaciones confían en este tipo
de respaldo y no le dan el adecuado manejo a todos los datos, con herramientas
que en realidad permitan un manejo completo del backup que sirva
incluso en casos críticos. Es allí cuando las empresas entenderán que el backup ofrecido por las aplicaciones nunca remplazará
al que se implementa de manera más avanzada.
Con
respaldo
Es que, de acuerdo con Rajesh Ganesan, presidente de ManageEngine, hay que tener en cuenta que “en el actual entorno de trabajo híbrido y digital-first, más empleados que nunca están decidiendo por sí mismos cómo se elegirán, desplegarán y utilizarán sus tecnologías, lo que ha llevado a un aumento en el uso de soluciones de bajo código o sin código (low code / no code). Además, los modelos de IA seguirán evolucionando; las plataformas escalables serán preferibles a las herramientas individuales y las empresas tomarán algunas decisiones de contratación difíciles en 2023″.
Se seguirá asistiendo a la descentralización del personal
de TI. La mayoría de las empresas no solo contará con un grupo de TI
centralizado que se encargará de requisitos como el despliegue de
sistemas, la ciberseguridad, el cumplimiento normativo y la detección de
amenazas, sino que dispondrán de personal de TI que se ocupará de las
necesidades empresariales especializadas según vayan surgiendo.
Fuente: Semana
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