Existen varios peligros para los millones de personas que utilizan estas plataformas.
Para el 2023 más de 280 millones de personas tendrán al menos una cuenta |
Encontrar el amor, ampliar el círculo social, hacer sexting, tener encuentros casuales con caras nuevas. Las apps de citas permiten a sus usuarios cientos de posibilidades. En esta era digital, conocer a otras personas que tal vez sería imposible cruzarse en la calle o en un bar, es una posibilidad que está al alcance de sus manos.
Sin embargo, así como crece el número de usuarios de estas aplicaciones –Statista proyecta que para el 2023 más de 280 millones de personas tengan al menos una cuenta en estas plataformas–, también aumentan las prácticas de ciberdelincuencia y otros peligros dentro de ellas.
Hace unas semanas se hizo viral en Colombia el caso de Mattias Langer, un músico alemán profesor de lenguas modernas que estuvo inconsciente durante dos días en su apartamento en Chapinero (Bogotá). Tuvo que ser hospitalizado después de que una mujer que conoció por Tinder, y que se hacía llamar Gabriela, lo engañó, drogó, robó y hasta maltrató físicamente.
Langer había hecho match con la supuesta estudiante universitaria en la reconocida app de citas un par de semanas antes. Y ya habían pasado a tener conversaciones por WhatsApp. Al punto de que ella propuso encontrarse en el apartamento del alemán para tomar algo y cocinar juntos.
El
ciudadano europeo aceptó el plan, ‘Gabriela’ llegó a su vivienda y, después de
compartir unas cervezas y un tequila, el músico terminó escopolaminado.
Si bien se trata de un caso grave y excepcional,
el episodio permite ilustrar una de las caras no tan ‘seductoras’ de las apps
de citas: en ellas también hay criminales que, detrás perfiles falsos, están al acecho para acceder a datos sensibles, entablar
conversaciones comprometedoras que puedan ser usadas posteriormente en
extorsiones o generar encuentros para robar a otros, como le sucedió a Langer.
“Puede
que encuentres el amor de tu vida online, pero, por desgracia, también hay
bots, estafadores y ladrones que buscan presas en estas plataformas”, señaló a
Europa Press Anna Larkina, experta en seguridad de Kaspersky.
Cecilia Pastorino, especialista en seguridad
informática del Laboratorio de Eset Latinoamérica, dijo a EL TIEMPO que si bien el ‘atraco’ es una posibilidad, en la mayoría de
los casos los delincuentes usan estas plataformas para generar escenarios de
extorsión.
“Puede que encuentres el amor de tu vida 'online', pero, por desgracia, también hay 'bots', estafadores y ladrones que buscan presas en estas plataformas.”
Esta
problemática sigue poniendo en la mesa el debate sobre qué tan seguros son
estos sitios, qué tanto se esfuerzan los usuarios por proteger sus datos
personales y sensibles, cuánto conocen sobre las dinámicas de las apps y, sobre
todo, qué tan capaces son de identificar un comportamiento sospechoso en la interacción con otros usuarios para evitar ser
víctima de algún delito.
Pastorino subraya que este es un terreno particularmente fértil para
los cibercriminales, pues en las apps de citas las “víctimas
generalmente involucran emociones”, es decir, son más vulnerables. Y,
efectivamente, el nivel de confianza de los usuarios, tanto con la plataforma
como con otras personas que navegan en ellas, suele ser bastante alto. Un
contexto ideal para acceder a información sensible que permita manipular,
engañar o extorsionar a otros. Es por esto que se debe tener mucho cuidado.
En palabras de Larkina, por muy entusiasmado que
esté uno con la otra persona, siempre hay que “recordar las reglas básicas de la privacidad digital. “Para tener una cita online segura, recomiendo no compartir
información de identificación personal, como el número de teléfono, la
ubicación, la dirección de casa o del trabajo, etc.”. Y añade: “prevenir las
amenazas en una fase temprana nos permitirá disfrutar de estos encuentros sin
temor alguno”.
Sexting’ responsable
Un capítulo particularmente importante es el del sexting, donde los usuarios deben asegurarse de que ninguna foto o video comprometedor que envíen permita identificar plenamente a la persona que aparece en él. Este tipo de cuidados le garantizarán una experiencia más segura, y se evitarán escenarios que deriven en extorsiones. Pastorino también sugiere cuidar mucho “los datos que se comparten en los chats”.
¿Sabe qué es el ‘doxing’?
Aunque la gente se preocupa cada vez más por la cantidad de información privada, sensible y personal a la que tienen acceso los dispositivos, las apps y los sitios de internet que utilizamos a diario, a menudo esto se olvida en las apps de citas, donde se comparten toda suerte de datos que se pueden usar para hacer doxing: una práctica que consiste en exponer públicamente información sensible de una persona o empresa con el fin de dañar su nombre e imagen.
Esta práctica nació como una manera de venganza entre hackers, para quienes permanecer incógnito lo es todo. Pero en el caso de las apps de citas esos datos sensibles pueden utilizarse como retaliación por un desaire o despecho, una trampa calculada desde el principio o para extorsionar.
Señales de alerta
Existen varias señales de alarma que
debe tener en cuenta para no caer en engaños. Y la primera es acordarse del
viejo adagio de: ‘Esto es demasiado bueno para ser
verdad’. También debe inquietarnos que la otra persona intente
averiguar información comprometedora de nosotros: información que revele datos
de nuestra capacidad económica, bienes y demás asuntos de interés para un
delincuente.
Pero con lo que más hay que tener
cuidado es con las manipulaciones emocionales, como que siempre esté de acuerdo
con nosotros, que lo que hagamos o digamos siempre le parezca fantástico o que
nos pida guardarle unos secretos. Pastorino
explica que estas prácticas –y otras cuantas más– se hacen para derribar
barreras y comprometer emocionalmente a la víctima y
así poder “engatusarla” más fácilmente. Es decir, llevarla a un punto de
confianza y entusiasmo en el que será mucho más fácil que entregue datos
sensibles.
La tecnología también es una aliada. Si quiere asegurarse de que la persona que lo está contactando no usa un perfil falso, tome su imagen de perfil del usuario y súbala en algún buscador para ver si esta foto ya se ha usado en otros perfiles o contextos. También hay que tener claro a qué clase de información personal acceden las apps de citas, verificando los términos y condiciones de cada sitio, así como a la información sobre su dispositivo que estas recopilan.
Y para no comprometer ninguna información sensible, lo mejor es usar correos electrónicos nuevos al registrarse en estas plataformas y navegar con extrema cautela, cuidando siempre datos personales y estando alerta para identificar a posibles cibercriminales.
Revelador estudio en España
Un reciente estudio de la compañía de ciberseguridad Kaspersky reveló que uno de cada siete usuarios españoles de plataformas de citas ha sido objeto de doxing tras intentar ‘ligar’ (‘levantar’) en línea.
El doxing consiste en obtener y revelar información identificadora y normalmente sensible de una persona en línea: como su nombre real, dirección, lugar de trabajo, teléfono, datos financieros o detalles embarazosos, con el objetivo de hacer daño.
Celebridades, políticos, altos ejecutivos y periodistas están entre los blancos más comunes, pero en las apps de citas se generan bastantes casos.
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Fuente: El Tiempo - Tecnosfera
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