Sacas
el móvil, y abres una red social, un navegador web, un gestor de emails, una
plataforma de música en streaming. Enciendes el portátil, y te pones a ver
Netflix o comprar en Amazon. Coges el mando de PS4 o Xbox One y juegas online.
Cada comentario que cuelgas, cada ‘like’ que das, cada foto que compartes, cada
cosa que compras… Cada vez que entras en Internet, dejas un rastro. Ese rastro
se le llama ‘huella digital’, y todo el mundo la tiene.
Foto: detectives-madrid.es |
La Huella Digital
Tu rastreo de datos revela una imagen detallada de quién eres tú y qué le gusta. Estos datos son valiosos y, a menudo, se monetizan mediante servicios y aplicaciones “gratuitos” como Facebook, Google y Twitter. Cuando inicias sesión, se te rastrea en cada página que visitas. Según los expertos de la firma antivirus Avast, existen costos y beneficios que acompañan a tu rastreo de datos. Por ejemplo, cuando los sitios saben lo que te gusta, ves anuncios más relevantes para productos y servicios que te atraen.
Cuando permites las cookies de los sitios web, recuerdan lo que has visto o en lo que has hecho clic y pueden hacer que tu visita sea más rápida y menos repetitiva.
Pero todo tiene su lado oscuro, y otros sitios y plataformas pueden “buscar o compartir elementos de tus huellas digitales. Y algo que pensabas que estabas enviando como mensaje privado se puede compartir fácilmente con una audiencia más amplia, lo que puede ser vergonzoso o hiriente. Lo peor de todo: una vez que está en Internet, vive ahí para siempre”.
Registro de datos de actividad
Así es como funciona: cuando visitas un sitio web, este recopila información sobre ti mediante la instalación de cookies en tu teléfono, tableta o navegador de computadora. Esta información incluye tu dirección IP (Protocolo de Internet: una dirección única que identifica un dispositivo en Internet o una red local), tus datos de inicio de sesión y cualquier otra cosa sobre ti que reveles o se publique sobre ti.
Cuando eliges publicar en plataformas de redes sociales, suscribirte a boletines informativos o alertas de texto, o aceptas instalar cookies haciendo clic en “Aceptar” en un banner de consentimiento de cookies en un sitio web, “estás dejando un registro de datos de tu actividad. Tu huella digital es básicamente tu reputación online. Puede ser útil o perjudicial. Lo que digas en línea puede afectar tu vida cotidiana”.
¿Cómo podemos limpiarla, o al menos hacer que esa huella, ese rastro sea más positivo? Esto es lo que Avast nos aconseja:
Busca
tu nombre
Ponte en la piel de quienes quieren saber más de ti. Ya sean reclutadores, piratas informáticos o ex parejas vengativas, es importante que sepas lo que encontrarán simplemente buscándolo. Utiliza varios sitios de búsqueda, ya que pueden producir resultados diferentes.
Elimina
tus datos públicos
Los sitios web de bienes raíces y whitepages.com pueden tener más información sobre ti de la que podrías desear que esté disponible para el público. Estamos hablando de información personal como tu número de teléfono, edad e incluso la dirección de tu casa. Pónte en contacto con esos sitios web y elimina esa información.
Audita tus
cuentas
Durante la búsqueda de tu nombre, es posible que te hayas encontrado con viejas cuentas de redes sociales, publicaciones con bromas insensibles y obsoletas o publicaciones de blog vergonzosas en las que compartste demasiado de tu vida personal. La cultura cambia y mereces cambiar para mejorar con ella. Descubre todo lo que hayas publicado y evalúalo con ojos nuevos.
Archivar
y eliminar
Después
de evaluar tus publicaciones en busca de riesgos de privacidad y contenido
negativo, es hora de editar y eliminar. Cierra todas las cuentas que no sean
beneficiosas para tu reputación (tanto ahora como en el futuro). Recuerda,
parte del contenido nunca se puede eliminar por completo. Incluso si crees que
es privado, las fuerzas del orden y los piratas informáticos aún pueden
desenterrar cosas que no deseas que se compartan. Es mejor nunca compartir
publicaciones negativas en primer lugar. Internet es permanente.
Ajustar la configuración de privacidad
Revisa la configuración de tu cuenta en tu navegador y aplicaciones móviles. Minimiza la exposición de tus datos personales limitando lo que las personas pueden ver. Esto incluye tus fotos, publicaciones, ubicación e información personal, como tu dirección o fecha de nacimiento.
Limpia el
historial de tu navegador
Incluso si crees que todos los sitios web que has visitado han sido “seguros” para tu reputación, es una buena idea borrar tu historial de navegación con regularidad. Podemos mostrarte cómo hacerlo fácilmente. Una mejor privacidad en Internet evita el rastreo del historial y ayuda a que tu navegador funcione más rápido.
Limpia tu
ordenador
Los archivos temporales, los archivos duplicados, los archivos que creías haber tirado a la papelera y las fotos de baja resolución pueden ralentizar tu computadora y también crear un riesgo de seguridad. Sigue nuestra guía para Mac o PC para limpiar tu computadora y hacer que vuelva a funcionar rápidamente.
Limpia tu
teléfono
Cuanto más uses tu teléfono, más basura recolectarás. Los mensajes de texto antiguos, las cookies, las imágenes y los datos del historial del navegador ocupan mucho espacio de almacenamiento. Si los datos no existen, no se pueden usar en tu contra. Además, tu teléfono funciona mejor. Limpia las cosas cada pocas semanas. Utiliza nuestras guías para ayudar a limpiar tu iPhone o teléfono Android.
Sé consciente de
los demás
Puedes
crear una mala reputación en línea sin escribir una sola palabra. Piensa antes
de compartir/volver a publicar contenido negativo. Cuando vuelves a publicar,
tus palabras e ideas se vuelven tuyas. Ten especial cuidado con el humor en
temas delicados como la raza, la religión y la política. Cuando publiques fotos
originales, recuerda que algunas personas tienen diferentes niveles de
privacidad en línea que tú. Pide permiso antes de etiquetar a otras personas en
línea o pide a tus amigos que se etiqueten a sí mismos.
Fuente:
Misitiotemporal
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