Un mes después del furor bursátil de GameStop, la acción de esta empresa de videojuegos volvió a subir. ¿Qué ha pasado en las últimas semanas y qué representan para Wall Street estos nuevos inversores que se organizan por Internet?
Esto nunca antes había ocurrido. Las acciones de GameStop, una compañía que vende videojuegos y muñecos coleccionables en Estados Unidos y que en los últimos años había empezado a cerrar tiendas por dificultades económicas, se convirtieron en un campo de batalla entre los grandes y pequeños inversionistas de Wall Street y los que compran acciones por medio de aplicaciones en su celular.
Todo nació con una idea que compartió Keith Gill Drove en 2019, bajo su seudónimo DeepFuckingValue o RoaringKitty, en su canal de YouTube y en un grupo de Reddit llamado WallStreetBets (apuestas en Wall Street), uno de los foros más populares de esta página, donde se intercambian ideas para hacer inversiones de manera coordinada. Gill aseguró que si muchas personas compran acciones de una empresa, inclusive en contra de los pronósticos de los inversores de Wall Street, estas incrementarán su valor afectando a los fondos de cobertura o «hedge funds».
Un fondo es un monto de dinero de diferentes inversores que se recauda para invertir en valores como acciones, bonos, instrumentos del mercado monetario y otros activos. Hay dos tipos de fondos: fondos mutuos y fondos de cobertura. Estos últimos no están regulados por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) y, por tanto, no pueden publicitarse. De hecho, su actividad es casi secreta. Muy pocas personas saben qué fondos de cobertura existen y solo aquellos con un determinado perfil y conocimiento financiero pueden participar en ellos. Por eso muchas personas lo ven con ojos sospechosos y los presentan como las instituciones malévolas de Wall Street.
Estos fondos intentan reducir el riesgo de sus inversiones al mínimo, apostando a que una acción incrementará o perderá valor. Cuando apuestan a que pierde valor, los fondos de cobertura toman prestadas acciones de las compañías y las venden, con la esperanza de volver a comprarlas luego a un precio más bajo y quedarse con la diferencia. A esto también se le llama comprar en corto. Pero cuando pasa lo contrario, como sucedió con GameStop, y hay un repunte tan dramático, estos fondos se enfrentan a grandes pérdidas, ya que ahora deben comprar la acción a un precio superior al que tenía cuando la pidieron prestada.
Este fenómeno del mercado de valores, cuando inversores y comerciantes actúan bajo el supuesto de que una acción va a caer y en cambio sube, se le llama «short squeeze». Muchas personas asumieron la idea de impulsar este «short squeeze» como una causa para atacar a los inversionistas multimillonarios de Wall Street. En una entrevista a The Wall Street Journal, Keith Gill Drove aseguró que nunca pensó que su idea se convirtiera en un movimiento masivo que revolucionó la bolsa de valores de Estados Unidos. Para muchos usuarios, él es el genio detrás del aumento exponencial en las acciones de GameStop: más del 1.600 % en lo que va del año.
El furor por GameStop
A mediados de enero comprar acciones de GameStop ya no solo era una inversión financiera sino un movimiento masivo contra Wall Street. Entonces el precio de la acción estaba alrededor de los US418, pero en tan solo cuatro días se duplicó y continuó aumentando su valor hasta llegar a los US$347,5 el 27 de enero de 2021. Los inversores de fondos de cobertura que apostaron a que el precio caería perdieron alrededor de US$23.6 mil millones solo en acciones de GameStop, según la compañía de análisis financiero S3 Partners.
Avionetas sobrevolaron ciudades de Estados Unicos con letreros que decían: “Compra acciones de GameStop WSB”. En la ciudad de Oklahoma los inversionistas compraron carteles publicitarios para pedir a la gente que mantuviera la inversión y no vendiera las acciones: “No nos vamos $GME”. En el norte de Dallas apareció uno con el logo de Wall Street Bets y la frase: “No venderemos $GME”. Inclusive durante el Super Bowl, Reddit compró cinco segundos para un comercial que ofrecía apoyo a sus usuarios: “Una cosa que aprendimos de nuestras comunidades la semana pasada es que los desaventajados pueden lograr casi cualquier cosa cuando se unen en torno a una idea común (...) Suceden cosas poderosas cuando las personas se unen en torno a algo que realmente les importa”.
Cada vez es más fácil para un ciudadano común y corriente poder comprar acciones en la bolsa por medio de aplicaciones. De hecho, cientos de miles adquirieron las de GameStop por medio de aplicaciones de brókers, instituciones que organizan las transacciones como Robinhood e Interactive Brokers Group. Al ver la frenética subida del precio de la acción de GameStop, estas compañías decidieron interrumpir el acceso de sus usuarios al mercado, lo que hundió el precio de la acción rápidamente.
El precio de GameStop cayó solo cuando Wall Street y las aplicaciones que venden valores prohibieron que los usuarios compraran más acciones de GameStop. Los abogados de la división criminal del Departamento de Justicia están investigando la posible manipulación del mercado durante las operaciones de GameStop y recientemente citaron a los directores de la aplicación Robinhood para declarar. Por su parte, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, encargada de proteger a los inversores, acusó a esta aplicación de “no buscar los mejores términos razonablemente disponibles para ejecutar los pedidos de los clientes”. La compañía acordó pagar US$65 millones para disolver los cargos en su contra.
Los retos para regular
La manipulación por redes sociales de las acciones de una compañía e inflar su valor real representa un reto para la regulación de Wall Street. El problema para poder reglamentar este comportamiento es que el furor de compra de acciones de GameStop, que perturbó el mercado de valores, tiene paralelos con las campañas de desinformación que afectan a las elecciones nacionales y con el movimiento que condujo a los disturbios en el Capitolio en Washington: son situaciones en las que puede ser difícil asignar culpa, como dice Sinal Aral, director de la Iniciativa sobre la Economía Digital del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
En mayo de 2010. un comerciante de Londres que utilizó un algoritmo para manipular el mercado desencadenó una reacción en cadena que tumbó 9% del promedio industrial Dow Jones en minutos. El mercado se recuperó rápidamente, pero ese acto subrayó la urgente necesidad de los reguladores de encontrar herramientas que identifiquen quién compra y quién vende a través de herramientas automatizadas.
En junio de 2020 la empresa de alquiler de coches Hertz vivió un crecimiento similar impulsado por Internet, luego de que se disparara el valor de sus acciones en más de 1.000 %, inclusive después de que se declara en quiebra. Hertz se preparó para emitir US$500 millones en acciones, pero el presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos denunció la medida y se canceló la emisión. Por eso, es difícil que las empresas logren capitalizar o convertir en dinero real el frenesí especulativo generado en redes sociales.
La revolución de los ricos
Muchas personas ven lo que ocurrió con GameStop como una especie de justicia poética: hacer perder millones de dólares a ricos y revelar que el sistema y el concepto de “libre mercado” no es real. El profesor Robert Reich de Berkeley, quien fue exsecretario de Trabajo y cofundador de Inequality Media, tuiteó ese día que “cuando los fondos de cobertura mueven los mercados obtienen grandes ganancias, cuando ciudadanos ordinarios mueven el mercado son detenidos por Wall Street. El sistema está amañado”.
Kevin O’Leary en CNBC dijo: “La definición del mercado es especulación. Si compras en corto, ahora sabes que corres un nuevo riesgo de que estos vigilantes de las redes sociales vayan a por ti y te expriman. Y es bueno, porque hará que muchos fondos de cobertura piensen por segunda vez antes de comprar en corto”.
Sin embargo, saber quién realmente se enriqueció con las acciones de GameStop generó la intervención de las autoridades para confirmar si se manipuló el mercado de manera coordinada con el fin de obtener ganancias exorbitantes. Jacob S. Frenkel, antiguo miembro de la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos, explicó a The Washington Post que “los inversionistas individuales pueden compartir libremente sus opiniones sobre una acción en las redes sociales, pero es ilegal que un grupo de inversionistas coordine un esfuerzo para aumentar el precio de una acción”.
El furor de comprar acciones de GameStop se debió, en gran medida, a dos trinos de Elon Musk, director de Tesla y considerado uno de los hombres más ricos del planeta. El primer trino contenía un enlace al grupo de Reddit WallStreetBets y, para algunos analistas, su apoyo a estos inversionistas individuales era una forma de venganza contra los fondos de cobertura, que alguna vez afectaron a Tesla. En el segundo trino hizo un juego de palabras con el nombre de la compañía en alza: “Gamestonk!!” (o “juego de acciones” aunque usó “stonk” en vez de “stock”, una palabra mal deletreada que usan mucho los del grupo de Reddit).
La creciente evidencia arroja dudas sobre la idea de que el episodio benefició principalmente a los pequeños inversores. Por ejemplo, Michael Burry, famoso inversionista que ganó miles de millones de dólares por apostar en contra del mercado inmobiliario de Estados Unidos justo antes de la crisis de 2008 y quien fue interpretado por Christian Bale en la película The Big Short, compró US$1,7 millones en acciones de GameStop y, cuando alcanzaron su máximo valor, obtuvo ganancias del 1.500 %. Sus acciones ahora valían US$17 millones.
Los cuatro administradores de activos más grandes del mundo poseen el 39 % de las acciones de GameStop. Durante el furor, ganaron colectivamente unos US$1.000 millones desde principios de este año. El fondo de cobertura Senvest Management recientemente se jactó ante sus clientes de que ganó más de US$700 millones tras invertir en GameStop en septiembre, según informó The Wall Street Journal. Entonces, ¿quiénes fueron realmente los ganadores?
Para Robert Shapiro, miembro de políticas de la Universidad de Georgetown y exasesor económico del presidente Bill Clinton, los fondos de cobertura probablemente estaban tomando riesgos calculados a corto plazo comprando y vendiendo a medida que subía el precio de las acciones de GameStop: “Hay cientos de millones de acciones que se negocian a precios de USD 200 a USD 300 por acción. El equipo de Reddit no tiene la capacidad de influenciar de ninguna manera significativa (el mercado)”, dijo a The Washington Post.
El
miércoles 24 de febrero se intercambiaron más de 80 millones de acciones de
GameStop, un nivel similar al de enero, cuando ocurrió el furor. La acción
cerró en US$92, abrió el jueves en US$170 y volvió a situarse en US$147 dólares
en las operaciones de la tarde. Una sorpresa para los analistas que creían que
la estabilidad había regresado al mercado de valores. Lo cierto es que Wall
Street cambió para siempre, pues reapareció el fantasma de la volatilidad y el
cuestionamiento de quién está detrás realmente de estas bonanzas especulativas
promulgadas por redes sociales para crear un furor masivo sobre una acción en
los mercado financieros.
Fuente: El Espectador
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