La compañía se transforma para afrontar los próximos 100 años apostando por sus grandes mercados y potenciando lo digital, los datos y las redes.
Las empresas tienen que hacer frente hoy día a grandes retos en un contexto en donde además se avanza a un ritmo vertiginoso. Uno de ellos, quizá el más importante, es detectar el momento en el que es necesario introducir cambios para seguir siendo competitivos y adaptarse a una nueva realidad.
Telefónica, a punto de cumplir 100 años, es consciente de que solo sobreviven las empresas que cambian. Por eso lanzó en 2019 una operación de remodelación con un nuevo plan estratégico con el que sentar las bases para construir la Telefónica del futuro que, en definición de su presidente, José María Álvarez-Pallete, debe ser “una compañía ambiciosa, llena de oportunidades, responsable y sostenible”.
España, Reino Unido, Alemania y Brasil son los cuatro países que forman el corazón de Telefónica
Este plan contiene los principios sobre los que apoyarse para la creación de la nueva Telefónica, y que han ido consolidándose a lo largo del año pasado y en los primeros meses de este 2021.
El primero ha llevado a la empresa a centrar sus esfuerzos en los cuatro países que forman el corazón de Telefónica, España, Reino Unido, Alemania y Brasil. En ellos es donde se está concentrando la inversión para mejorar la oferta y los servicios que ofrecen a sus clientes.
Álvarez-Pallete quiere una compañía “ambiciosa, llena de oportunidades, responsable y sostenible”
Prueba de su importancia son las operaciones que se han desarrollado en los cuatro países en 2020. En España se ha logrado dar cobertura 5G al 80% del territorio nacional, un 5% por encima del compromiso inicial. En Reino Unido se ha cerrado el acuerdo con Liberty para fusionar O2 y Virgin Media y liderar este mercado. En Brasil, con la compra del negocio móvil de Oi. Y, finalmente, en Alemania con la creación de una sociedad conjunta con Allianz para desplegar fibra óptica.
Nuevos negocios
El segundo ha sido la creación de una nueva división, llamada Telefónica Tech, con el objetivo de fomentar el crecimiento de nuevos negocios con un gran potencial como son la ciberseguridad, el big data, el internet de las cosas (IoT) y la nube. Telefónica Tech es, por tanto, un aliado crucial en la transformación digital de las empresas y un actor principal en la reactivación económica. La unidad está confirmando su potencial y su historia de crecimiento con unos ingresos que aumentan a doble dígito.
Telefónica Infra es el tercer apoyo de esta reorganización. Su finalidad es desarrollar modelos alternativos de despliegue de infraestructuras que aceleren el crecimiento, dando servicio tanto a las operadoras de Telefónica como a terceros. En este apartado destaca la venta a American Tower de su división de torres de telecomunicaciones en Europa y en Latinoamérica.
Esta zona es también objeto de esta reforma al segregarse todos los negocios de la misma, salvo Brasil, en una nueva unidad autónoma y con un equipo específico. Su función es atraer inversiones o estudiar posibles fusiones. La última operación realizada ha sido la reciente venta del 60% de la filial de fibra que Telefónica tiene en Chile a la operadora KKR.
Los cuatro puntos anteriores se completan con un quinto, que hace referencia a una simplificación del organigrama de la compañía para ganar agilidad, acelerar la ejecución y maximizar las sinergias entre todas las unidades de Telefónica.
Son las bases sobre las que se está asentando la configuración de una nueva Telefónica en una época marcada, además, por la pandemia, para adentrarse en un futuro que, como asegura Álvarez-Pallete, “es imposible adivinarlo, pero estoy convencido de que la mejor manera de predecirlo es crearlo”.
Fuente: El País - Cinco días
No hay comentarios:
Publicar un comentario