sábado, 23 de enero de 2021

Tecnologías que ayudan a las empresas a salir de la crisis e impulsar su recuperación

 La innovación y la tecnología son claves en las empresas, creciendo su importancia con la crisis generada por la covid-19, que las ha convertido en imprescindibles y en un eje fundamental de toda estrategia empresarial. Transformación digital, economía circular y transición energética son pilares transversales en los que todas las empresas pueden innovar e implementar soluciones tecnológicas que les permitan salir antes de esta crisis e impulsar su recuperación. Un proceso que ya han iniciado algunas compañías de diferentes sectores como la industria papelera, el transporte o el césped artificial. Las posibilidades son múltiples e, incluso, llevan al rally Dakar.




Transformación digital, economía circular y transición energética son tres ejes de acción que todas las empresas deben tener presentes para adaptarse a la nueva realidad y anticiparse al futuro. Son líneas, además, que se quieren primar en los fondos europeos que llegarán a España. Pero, al margen de que las acciones puedan o no ser objeto de estas partidas económicas, lo cierto es que se abren oportunidades interesantes que muchas empresas ya están aprovechando.

"La transformación digital y la Industria 4.0 es un puntal para la recuperación. Va a ser uno de los temas en los que las empresas tienen que apoyarse para la recuperación. La tecnología nos va a sacar de esta crisis", explica Alfredo Gómez, ingeniero de ITAINNOVA.

La Industria 4.0 ofrece importantes posibilidades ya en el corto plazo como la posibilidad de dar continuidad a la actividad o aportar seguridad a los trabajadores, además de permitir el trabajo a distancia, entre otras opciones. "Con tecnologías asociadas al gemelo digital, se han podido poner en marcha nuevas máquinas, garantizando que se trabaja como se debe", añade Alfredo Gómez.

Las posibilidades de la Industria 4.0 son muchas más, ya que se estima que puede contribuir a bajar los costes de calidad, producción, mantenimiento y de logística entre un 10% y un 20%, el inventario se reduce entre un 30% y un 50% y los costes de complejidad es posible rebajarlos entre un 60% y un 70%, según datos del Instituto Fraunhofer para la Ingeniería de Producción y Automatización.

Son ventajas que muchas empresas todavía no están aprovechando. Los datos así lo reflejan porque, por ejemplo, es significativo que las personas estén más digitalizadas que las compañías. Además, de forma generalizada, en España queda mucho camino por recorrer, sobre todo, en el ámbito industrial. El país está lejos de los niveles de Estados Unidos, Alemania, Francia o China, situándose cerca de Brasil o Tailandia.

Las tecnologías relacionadas con la Industria 4.0 se pueden aplicar en varias líneas. Por ejemplo, en producto, es posible integrar sensores, conectividad para transferir datos, trabajar en identificar productos para dar información complementaria o trabajar incluso en nuevos modelos de negocio basados en el dato o en el uso. Posibilidades también hay en operaciones trabajando en sensorizar máquinas y coger los datos para su análisis, hacer una planificación de la producción o planificación dinámica o el control de la calidad en línea. Y, en el ámbito del cliente, las posibilidades comprenden por ejemplo el marketing digital, la comunicación con ellos a través de diferentes canales, dar un trato personalizado o anticiparse a sus necesidades. "No todas tienen el mismo impacto. Al final, hay que elegir muy bien la ruta que nos lleve a la empresa 4.0", aclara Alfredo Gómez, durante su participación en la jornada 'Innovación tecnológica para la recuperación', organizada por CEOE Aragón e ITAINNOVA.


La competitividad de la economía circular

La economía circular no solo es una cuestión de actuar con concienciación ambiental. "Es una palanca de competitividad", incide Joaquín Gómez, ingeniero de ITAINNOVA, quien apunta que son "vectores de competitividad los materiales sostenibles, los productos de bajo impacto ambiental y los proceso eficientes", entre otros, que ya conocen bien en algunas empresas como Saica, que tiene en su modelo de negocio la economía circular con la utilización de papel reciclado para embalajes sostenibles y con la división de Saica Natur para poner en valor los residuos, entre otras acciones.

En el Grupo Saica se trabaja en la mejora de los materiales reciclados, en la optimización del diseño de embalajes y en el soporte o mejora de proceso de reciclado del polietileno de baja densidad. Hoy en día, esta compañía aragonesa es especialista en papeles de bajo gramaje, pero con las propiedades del papel de gran gramaje, lo que se ha conseguido con la química del material.

En Saica también se ha puesto el foco en el diseño del embalaje con la caracterización avanzada del papel y cartón. "Se usan herramientas de simulación por ejemplo para el transporte. Esto era una tecnología disruptiva en el sector cuando se empezó", expone Joaquín Gómez. Además, también se realiza la evaluación funcional porque el embalaje tiene que cumplir su función.

Grupo Saica no es la única empresa que ha abrazado la economía circular. También Mondo Tufting la tiene presente en su planta de Borja (Zaragoza) para fabricar césped artificial con el fin de que sea más sostenible y mejorar el final de su vida a través de la valorización. Entre las líneas de trabajo están, por ejemplo, la incorporación de material reciclado y la sustitución de materiales no reciclables o el uso de materiales bio.

La empresa FINSA, de Cella (Teruel) es otro claro ejemplo de economía circular, trabajando en el sector del tablero aglomerado, principalmente en dos ejes para aprovechar los recursos renovables o madera de segundo uso y en optimizar las condiciones de procesado. Esto redunda en una mejora del impacto ambiental y también en los costes.

En el sector de la iluminación también se puede aplicar la economía circular. Zalux, en su planta de Alhama de Aragón (Zaragoza), se dedica a fabricar luminarias industriales, producto en el que se está trabajando en el reciclaje de materiales y en incorporar materiales reciclados y biobasados.


Transición energética no solo para la industria

La transición energética es otro de los ejes en los que las empresas deben actuar. Las posibilidades son diversas y no solo es posible aplicarlas a la industria. Prácticamente en todos los sectores de actividad y empresas se pueden llevar acciones o aprovechar oportunidades de negocio, que van desde las energías renovables y almacenamiento de energía a un transporte más limpio o el ahorro de energía, entre otras muchas opciones.

Y, prueba de ello, es el rally Dakar, que tiene su propio proyecto de transición energética: el Dakar Future Project, que comprende vehículos TOP de cero emisiones para 2025 y que, en 2030, todos los vehículos sean de cero emisiones, asegura Miguel Trallero, ingeniero de ITAINNOVA.

Otras iniciativas están más cerca que el Dakar. En Zaragoza, una empresa ha permitido que las viviendas viejas que no tienen suficiente acometida eléctrica para ascensores modernos puedan instalarlos, gracias a sistemas relacionados con la energía solar.

Son algunas de las posibilidades a las que se suman otras líneas de acción de empresas que apuestan por la transición energética para, por ejemplo, trabajar en baterías que almacenen energía para su uso en coches eléctricos.


Fuente: Eleconomista.es

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