Apenas iniciada la segunda mitad de este 2021, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de México publicó la encuesta de expectativas en la que hubo coincidencia en que crecerá la demanda de banda ancha fija y móvil de parte de los usuarios, aunque no está del todo claro cómo se distribuirá la inversión orientada a desplegar más infraestructura para satisfacerla. El contexto presiona.
El reporte del regulador, que apunta a dar información objetiva al mercado para que colabore en la toma de decisiones del sector privado y en el seguimiento activo de las políticas desde el sector público, reveló que, para este año, se estima un avance de al menos un cinco por ciento del consumo de banda ancha tanto fija como móvil. Y que también se producirá un aumento en la cantidad de líneas móviles. El 72 por ciento de los mexicanos cuenta con acceso a Internet, de acuerdo a datos del regulador.
En la perspectiva también se señaló que no se prevén aumentos significativos de los precios de los servicios para el año, lo que alienta parte de ese crecimiento estimado.
Si bien las opiniones parecen coincidir bastante en cómo se comportará el consumo del acceso a Internet en cualquiera de sus dos versiones, no sucede lo mismo cuando se aborda la cuestión de la inversión, que deja ver que estará atada al crecimiento de los servicios.
Respecto de los ingresos de la banda ancha fija la perspectiva para el 36 por ciento de los consultados es que crecerán entre uno y cinco por ciento, pero sobre para la inversión se dificulta obtener una cifra que amalgame las opiniones.
Distinta es la situación respecto de los servicios móviles. Para un 72 por ciento de los consultados hay buen horizonte de crecimiento, y un 17 por ciento aventuró que crecerán por encima del cinco por ciento. Razón por la que un 64 por ciento de los encuestados aseveró que este año crecerá la inversión en un rango que oscilará entre el tres y el 10 por ciento.
Uno de los fundamentos sobre por qué esta apuesta más definitiva sobre los servicios móviles radica en el hecho de que para los 263 participantes de la encuesta, la cobertura fija y móvil de Internet es la que se lleva el máximo nivel de prioridad en los planes de negocios. En segundo y tercer lugar, muy juntos, se ubican los servicios de voz y datos y la neutralidad de la red, tema sobre el que hace unos días el IFT también se pronunció. En cuarto lugar aparece 5G y a una mínima diferencia se ubican los temas de cloud, inteligencia artificial y big data.
En función de esta mirada que los mismos actores de la industria tienen sobre su sector es que anticipan en donde se están concentrando –y continuarán concentrándose– los esfuerzos. En ese sentido, el reporte, al que se puede acceder desde aquí, detalló que “en general, la mayor parte de los entrevistados mencionan que el desarrollo del sector de telecomunicaciones con respecto a la disponibilidad, intensidad de uso, capacidad de utilizar y el impacto de los servicios de telecomunicaciones mejorará para el presente año”.
Y agregó que “el 97,2 por ciento de los encuestados espera que la intensidad en el uso de los servicios de telecomunicaciones aumentará. Así mismo, el 75 por ciento considera que la alfabetización de los servicios de telecomunicaciones también aumentará, probablemente como resultado del aumento en la intensidad en el uso de los servicios”, que viene por efecto, necesidad y urgencia ocurrida en el marco de la pandemia.
Las contingencias sanitarias producidas por el covid-19 impactaron de lleno en la necesidad de conectividad, por eso el estudio también advirtió que los mayores desafíos se centran en los despliegues y compartición de infraestructura, las inversiones, los nuevos servicios y el proceso de competencia, la cobertura de las redes y su resiliencia ante el surgimiento de más escenarios donde se intensifica el uso de los servicios de telecomunicaciones.
Las buenas perspectivas en cuanto al uso no son las únicas con horizonte optimista. Otras variables como mejoras en la disponibilidad de servicios en función del acceso a la infraestructura y en el impacto de los servicios de telecomunicaciones en función de ecuación precio-calidad, diversificación de servicios, muestran expectativas de mejora por encima del 50 por ciento.
No obstante, a la hora de clarificar los desafíos todo se circunscribe a las posibilidades de inversión que estarán atadas a los ingresos. Entre enero y marzo de este año, el PBI de México subió 0,8 por ciento, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEG), en relación al trimestre anterior, aunque mostró una caída de 3,6 por ciento en la comparación interanual.
De ahí que la
recuperación del país por los efectos colaterales de la pandemia también entran
en los cálculos de los encuestados. El sondeo del IFT se realizó entre el 23 de
noviembre de 2020 y el 15 de enero de 2021 y si bien se conoció ahora, revela
una imagen de una sector impactado por la pandemia desde dos variables en
tensión constante: la demanda de más servicios frente a afectación directa de
los ingresos de los consumidores por efecto de las restricciones que impuso el
covid-19.
Fuente: Telesemana
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