El desarrollo del Metaverso genera una gran cantidad de nuevos empleos tecnológicos.
El mundo digital podría reducir la brecha económica entre
personas ricas y pobres. EFE
El planeta Tierra todavía tiene pendiente el reto de experimentar todo aquello de lo que el metaverso es capaz, pero en el congreso Ecosystems 2030 que acoge la ciudad española de La Coruña los ejecutivos de las firmas participantes en esta cumbre tecnológica presentaron ayer ese mundo alternativo con oficios específicos.
Adipat Virdi, especialista en inmersión digital que fue directivo en Facebook, está convencido de que “a corto plazo el empleo estará en construir el metaverso”, donde habrá muchos puestos de trabajo que irán más allá de “profesiones específicas”, como la de un ingeniero, aunque sí podrán existir “puntualmente”.
La clave de la bóveda, a su juicio, se encuentra en la “serie de habilidades básicas” que se deben aprender.
Este experto, uno de los ponentes de esta primera jornada del congreso, es un fiel defensor de que a medio plazo el objetivo pasa por crear nuevas oportunidades en industrias ya existentes. Y a largo plazo, “habrá profesiones específicas y únicas en y para el metaverso”.
Uno de los principales desafíos que observa en la actualidad es la interoperabilidad, es decir, el hecho de coordinar todas las facetas del proyecto.
“El objetivo es que la gente pueda, verdaderamente, tener experiencias personalizadas, pero todavía no hemos llegado a ese punto. Y también está el conseguir que las organizaciones se preparen sistemáticamente para aprovechar las ventajas que ofrecen las tecnologías inmersivas”, añade.
Sobre la duda de si sabe la gente en general qué es el metaverso, dice que habla con diversas organizaciones a diario y cada cual describe el concepto cumbre de la transformación digital a su manera.
En ese contexto, su propia definición es la de un entorno conectado “penetrante” que coexiste con el mundo real y el digital.
“Es importante comprender que no es una tecnología”, remarca. Y añade: “Es una solución, una oportunidad, un ecosistema. En estos momentos nos encontramos en el inicio del camino para entender qué es. Necesitamos experimentar y explorar”.
Una de las principales cuestiones que surgen entre el común de los mortales es, igualmente, cuánto tiempo pasará hasta que todos estemos en el metaverso. Y esta es su contestación: “Actualmente es ya posible estar en un entorno inmersivo”.
“Metaverso implica que es un gran entorno, como internet pero en 3D; lo único que nos falta es hallar una oportunidad para que todos puedan existir en ese entorno. Y pienso que estamos a cuatro o cinco años del momento en que el metaverso sea parte de nuestra vida cotidiana”.
Con todo, sostiene que lo importante no es el metaverso en sí, pues lo crucial radica, en su opinión, en las experiencias que se tengan en él. “Y esas experiencias ya existen”, apostilla.
El director general de la firma española Trison, Alberto Cáceres, que participó como especialista de experiencias inmersivas, explica que estas consisten en espacios en los que “a través de elementos audiovisuales, de pantallas y de un sistema de sonido, eres capaz de creerte que estás en un videojuego”.
“Te rodea tanto el ambiente que pierdes un poco la noción de dónde estás”, resalta.
“Lo primero que tenemos que hacer es experimentar porque es un territorio bastante ignoto. Creo que lo estamos haciendo bastante deprisa y bien. Para luego estar preparados para el momento en que nuestros clientes lo necesiten y podamos ayudarles a dar el salto”, relata.
Estos espacios inmersivos están ya en la calle, aunque con otros nombres, popularizados en el arte, en tiendas o en el configurador de realidad virtual de Porsche, que también diseña su empresa, por ejemplo.
“Ya está en la calle, pero el metaverso ahora le ha dado un cuerpo y una unidad”, asegura Cáceres.
Con los avances ya a disposición de los usuarios, este ejecutivo considera, de cara al futuro, que es fundamental conseguir entender cómo utilizarlos.
“El reto es la integración social de la tecnología porque la tecnología, muchas veces, avanza más rápido que la sociedad. El reto es que realmente la sociedad esté preparada para aprovechar todas las capacidades que nos da la tecnología”, destaca.
Sobre la brecha de la desigualdad, manifiesta que “la magia de lo digital es que es bastante universal”, por lo que tiene la esperanza de que la tecnología reduzca la distancia entre la población más rica y la más pobre.
“Es mucho más fácil replicar un elemento digital que un elemento físico. Por eso, veo menos inconvenientes que en el mundo no virtual”.
Los espacios inmersivos tienen un sinfín de aplicaciones, pues, además de en las tiendas y en el comercio, estarán en la educación y en el juego.
A su entender, también supone una revolución en el ámbito del empleo, pues podría haber incluso puestos de trabajo virtuales.
Como Virdi, Cáceres hace hincapié en que “lo primero que va a hacer falta son especialistas para generar este mundo” y añade:
“Probablemente a día de hoy no existen suficientes. Es un mundo que se tiene que transformar de la infraestructura, que es lo que hay ahora, a los contenidos. Porque realmente tiene que ser atractivo para que queramos estar dentro de él”.
El presidente ejecutivo de Ecosystems 2030, Omar Hatamleh, situó la tecnología directamente como decisiva en el aumento de la esperanza de vida de las personas y subrayó la importancia de este “evento transformador” que sirve para marcar “el enfoque de la tecnología a nivel mundial”.
En Ecosystems 2030 participan corporaciones como Google, Microsoft, Samsung o
IBM para mostrar cómo los sectores económicos deben unirse en forma de
ecosistemas para adaptarse y anticiparse al futuro.
Fuente: Informador MX
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