BlueWalker 3 es la antena más grande de todos los satélites de comunicaciones. Y la más brillante.
El satélite BlueWalker 3 sobrevuela el Observatorio Nacional de Kitt Peak en Arizona.
FOTO: KPNO/NOIRLab/IAU/SKAO/NSF/AURA/R. Sparks)
En septiembre de este
año la compañía AST SpaceMobile puso en órbita el primer satélite de una nueva constelación con la que quieren establecer un
sistema de torres de telefonía móvil en el espacio.
El prototipo, conocido como BlueWalker 3, lleva la antena más grande de todos los
satélites comerciales de comunicaciones hasta la fecha. Lo particular es que
también es uno de los objetos más brillantes del cielo, lo que ha levantado la
preocupación de los astrónomos alrededor del mundo.
Según señala Space.com, un comité de la Unión Astronómica Internacional (IAU por sus siglas en inglés), el organismo internacional que rige la astronomía, ha denunciado el lanzamiento, advirtiendo de los peligros que plantean este satélite y sus sucesores.
"BlueWalker 3 supone un gran cambio en la cuestión de los satélites de constelación y debería darnos a todos motivos para detenernos", declaró en el comunicado Piero Benvenuti, astrofísico de la Universidad de Padua (Italia) y representante de la IAU.
Defensores como la IAU están preocupados por la pérdida de "la capacidad
de la humanidad para experimentar el cielo nocturno natural". Los expertos
están especialmente inquietos por cómo los satélites, cada vez más abundantes
en la órbita baja de la Tierra, dejan rayas brillantes en el cielo que pueden
afectar las observaciones de investigación.
Una afectación que ya se había hecho evidente con los miles de satélites Starlink que ha lanzado SpaceX. que pueden interferir en las observaciones con
luz visible, como ya han registrado varios observatorios astronómicos. Lo
particular en este caso es que BlueWalker 3 también emite fuertes ondas de
radio, lo que podría afectar también a la radioastronomía.
Aunque estos proyectos
pueden mejorar el acceso a la telefonía móvil y a Internet en el mundo, la IAU
insta a que, tanto las empresas que lanzan estos satélites como la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), tengan en cuenta los daños colaterales para el
cielo nocturno.
En respuesta a estas declaraciones de la IAU, un
portavoz de AST SpaceMobile le envió a Space.com la siguiente respuesta:
" "Como parte de este trabajo, AST SpaceMobile se compromete a
evitar las emisiones dentro o adyacentes a la Zona Nacional Silenciosa de Radio
(NRQZ) en EE.UU. y otras ubicaciones radioastronómicas no reconocidas
oficialmente, según se requiera o necesite. También planeamos colocar antenas
de entrada lejos de la NRQZ y de otras zonas radio-silenciosas importantes para
la astronomía".
Además, la compañía señaló que ya está en conversaciones con representantes de la IAU sobre este asunto.
Fuente: El Tiempo
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