El Instituto Federal de Telecomunicaciones estudia una próxima licitación de frecuencias para potenciar los servicios que vayan evolucionando con ayuda de tecnologías como el Internet de las cosas, la inteligencia artificial y las redes de 5G. Se trata de espectro de escaso poder de cobertura pero de amplia capacidad para transportar datos y funcionales en aplicaciones de nueva generación en el sector productivo y consumo masivo, y su despliegue hace necesario la inversión de empresas no dedicadas necesariamente a las telecomunicaciones.
Alejandro Navarrete es director general de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del IFT. |
El
Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) proyecta un
futuro proceso de licitación de espectro radioeléctrico en
el que advierte que es posible que los concursantes interesados en explotar las
frecuencias serán empresas no tan relacionadas con aquellas que hoy ofertan
servicios tradicionales de telefonía o Internet móviles.
El IFT aprobó esta semana el programa anual de uso y aprovechamiento de bandas de frecuencias del año 2023, el PABF. Este es el instrumento con el cual esa autoridad define de qué manera, cuándo y los niveles de contraprestación económica que aplicará para el uso comercial de las frecuencias de espectro en servicios como radio, televisión, telefonía o Internet, entre otros.
De entre los planes previstos para el próximo año, se destaca que el IFT va con 27 estaciones de radio FM comercial a concurso; también planea entregar cinco canales para televisión pública y confirma que no ha habido todavía una manifestación formal de interés por el canal de televisión comercial con cobertura en la Ciudad de México que un concesionario no pudo pagar este año, por lo que el futuro de ese canal queda para un siguiente ejercicio.
En telecomunicaciones una novedad del PABF está en que el regulador irá a concurso con el espectro que AT&T y Movistar han devuelto al Estado en meses y años atrás, pero con bloques de hasta 80 MHz de ancho de banda y para licitarse en regiones geográficas de menor extensión, con el fin de que operadores locales o regionales puedan mejorar sus ofertas al consumidor haciendo uso de ese espectro que el IFT quiere poner en el mercado otra vez.
Pero de entre todo lo que esta autoridad pondrá a concurso en 2023 resalta la disponibilidad de 7,750 Megahertz de frecuencias en las llamadas bandas altas o milimétricas, ubicadas éstas entre los 24 y los 43 Gigahercios de todo el espectro radioeléctrico, y que podrán utilizarse para procesos productivos o de alta precisión, incluso para entretenimiento de nueva generación por su alto poder de transmisión de datos, como pudieran ser casos de uso en armadoras automotrices, minas o plataformas petroleras; hospitales con la telemedicina o aplicaciones de realidad aumentada en el sector turístico.
Este “stock” de bandas milimétricas significan solamente en volumen de señales, un equivalente a once veces lo que el IFT ya ha colocado en años anteriores entre las empresas para los servicios celulares de consumo masivo. Ello, sin embargo, no significa que el Estado mexicano percibirá demasiados ingresos por su licitación, pues aunque son poderosas por su alta capacidad para soportar y transportar datos, son débiles en cuanto a cobertura amplia, de allí su notable desventaja ante las tradicionales bandas radioeléctricas que el Estado adjudica a las empresas a precios muy caros para telefonía celular.
“El precio por Megahertz en esas bandas es mucho menor que aquellos en bandas medias o bajas, por su cobertura y porque su disponibilidad de espectro es mucho más grande”, explica Alejandro Navarrete Torres, director de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del IFT. “Será una licitación ad hoc, una licitación diferente; una licitación propia de estas bandas”, dice Navarrete en esta entrevista.
—Recién se conoce que el IFT entregó espectro al Metro de la Ciudad de México, pero hay versiones de que son bandas para su uso en Internet masivo y no para operaciones propias del STC Metro, ¿lo podría aclarar?
—Las bandas que entregamos son para las operaciones del Metro. La idea es que ellos puedan contar con un mejor sistema de seguridad y videovigilancia; con mejores respaldos de voz. Es hacer una Línea 1 del Metro completamente moderna en todo sentido, ahora que está en un proceso de modernización. La Línea 1 es la más antigua y tiene los sistemas más viejos.
Al ser la línea más antigua y la más importante en términos de conectividad y una suerte de red troncal de las otras líneas, era importante empezar por la modernización de esta línea, y es posible que el espectro lo tengan pensado para ir ampliando a las otras líneas.
Este espectro es para que las autoridades del Metro pongan una red LTE para modernizar el control de los trenes, de cámaras, de seguridad; de operaciones que demandan fuerte capacidad. Es un proyecto muy interesante y por eso nos dimos a la tarea de buscar la banda apropiada y con mejor capacidad, y por eso se les otorgaron 40 MHz en la banda de los 2.3 GHz. Sí, es para una, digamos, una red LTE privada, pero que es para un servicio público. La autorización es sólo para las operaciones propias del Metro.
—Hablando de capacidad… El PABF 2023 indica que el IFT quiere concursar 7,750 MHz de bandas milimétricas. ¿Piensa el regulador licitarlas en una especie de subasta “IFT-13” o incluirlas en la Licitación IFT-12 de servicios 5G?
—La idea es hacer una licitación apropiada. No está previsto incluir esas frecuencias en la IFT-12. Lo que está previsto incluir allí son bandas bajas (600 MHz) y las bandas medias (PCS, AWS, 2.5 GHz y 3.5 GHz), nada de bandas milimétricas.
La razón es que las bandas milimétricas tienen cualidades particulares. Por ejemplo, la cobertura es mucho menor; estamos hablando allí de 400 a 800 metros de cobertura de señal. Entonces, no necesariamente aplican las mismas reglas de las licitaciones de bandas medias y bajas. Por ello, tenemos que preparar una licitación ad hoc para el tipo de espectro que se va licitar. Será una licitación ad hoc, porque reconocerá las características particulares de las bandas milimétricas y en función de ese tipo de licitación, que se pueda realizar una asignación de espectro más eficiente.
—¿Pudiera entenderse que la necesidad de un operador por estas bandas obedecerá a la evolución de sus propias ofertas o negocios de 5G, que para ser competitivos necesiten, por ejemplo, bandas milimétricas para ofrecer una mejor calidad de video en un estadio o precisión mayor en el ensamblado de un vehículo? ¿Una especie de escalabilidad?
—Las bandas milimétricas tienen dos características fundamentales: una es su muy alta capacidad de transmisión de datos y otra es su muy baja latencia. Por supuesto que se pudieran ofrecer con ellas una conexión a Internet, pero si ya están disponibles en el mercado más bandas medias y bajas, cómo imaginarse una cobertura de 800 metros con estas bandas para dar conectividad en la CDMX, sería una locura por la cantidad de células que se tendrían que instalar.
Lo más adecuado es que se utilicen en aplicaciones para este tipo de características de propagación. En aplicaciones de ultra confiabilidad y de muy baja latencia. En un hospital rural que se realice una cirugía con un robot dirigido por alguien que se encuentre a cientos de kilómetros es un ejemplo de esas aplicaciones de ultra confianza.
Si es escalable, dependiendo de la aplicación específica y el operador verá si es más o menos adecuado usar espectro en bandas medias o bandas altas. Una aplicación agrícola no requiere bandas milimétricas, sino bandas bajas por su cobertura. Si quiere el operador vehículos autónomos o automatización de industrias, allí se requiere aplicaciones de baja latencia y alta confiabilidad.
—Concursar más de siete mil Megahertz de este tipo de espectro haría pensar a un gobierno como el actual, que se ha caracterizado por exprimir los ingresos públicos, en que vendrá una cascada de dinero a la Tesorería por las bandas milimétricas. ¿Es así o cómo piensa el IFT colocarlo en el mercado?
—El precio de los Megahertz en esas bandas es mucho menor que en bandas medias o bajas. Sí hay una referencia internacional. Estados Unidos, Europa y Brasil han hecho una licitación, donde además que dinero, el operador tiene obligaciones de cobertura y dependiendo de cuántas obligaciones de cobertura aceptan tener, se asigna el espectro.
El que asume un mayor número de obligaciones de cobertura, un mayor número de localidades donde se tiene que dar conectividad, a ese operador se le entrega la concesión, pero no tiene que pagar dinero como tal, sino comprometerse a llevar conectividad a esas localidades con la inversión que ellos significa.
Habría que ver si con bandas milimétricas es lo adecuado para dar cobertura en zonas geográficas donde hay mucha dispersión de habitantes. Parecería que no, que con las bandas bajas es mucho más adecuado, pero ese es un ejemplo.
En Brasil hubo una licitación donde se apostó por la cantidad de obligaciones de cobertura. Cada obligación estaba asociada a una cantidad y quien tenía la postura más alta era quien se llevaba la banda, no tenía que pagar, sino que el dinero que propuso allí lo tenía que llevar en cobertura.
Estamos abiertos a evaluar todas las opciones sobre la mesa y ver distintos mecanismos, que no sean solamente en función del dinero. En Hong Kong, por ejemplo, el gobierno dio el espectro gratis por la innovación que se prometió.
—Entre la innovación y la necesidad de inversión que significan las bandas milimétricas, ¿cree factible que otras empresas no directamente de telecomunicaciones se interesen en comprar estas bandas? ¿Cuánto piensa el IFT entregar por postor en anchos de banda?
—Claramente sí pensamos que pueden haber otras empresas diferentes a las tradicionales que se interesen en esta licitación de las bandas milimétricas.
En otros países hay empresas que se encargan de eso, de ir por el espectro y tienen un negocio de despliegue de infraestructura de celdas o microceldas. Esto en México pudiera ser un negocio para ellas, si le ven pies y cabeza. Por ejemplo, en lo que son las Smart cities, donde con toda esa infraestructura puedan controlar sistemas críticos, el transporte público o dar servicios en parques industriales por la muy alta eficiencia de estas bandas. Se abre una posibilidad así con esta licitación.
Pero es cierto que estas bandas milimétricas apenas están empezando a licitarse y todavía no se han reflejado con absoluta claridad los modelos de negocio para las empresas tradicionales, por eso creemos que lo apropiado es hacer un proceso de licitación ad hoc, no uno tradicional para que se intereses varios y se construya a su tiempo, para que pase la IFT-12.
Esperamos
que esta licitación también salga en 2023, que como todo habrá que ver las
circunstancias que justifiquen un aplazamiento. Pero vamos con estos procesos a
consulta del mercado y luego ya vendremos con las pre-bases. Estamos trabajando
para hacerlo con toda seriedad.
Respondiendo a la otra pregunta, conforme la experiencia internacional se entregan bloques desde 400 Megahertz y hasta bloques de 1 Gigahert, una cosa tremenda.
—Sobre pre-bases… ¿no salía en diciembre la consulta de la Licitación IFT-12 de espectro para servicios de 5G?
Fuente: El Economista
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