Una plataforma que permite conectar a los pequeños campesinos con el cliente final para hacer una siembra sostenible y un señalizador que es controlado con movimientos de la cabeza y ayuda a visibilizar mejor a los ciclistas y motociclistas en la vía para así reducir la tasa de accidentalidad son dos de los proyectos innovadores con los que jóvenes buscan generar un impacto social.
Seis proyectos fueron galardonados en los Premios Social Skin |
Todas estas iniciativas fueron galardonadas en la cuarta edición de los Premios Social Skin del Grupo Bolívar, que buscan destacar a jóvenes menores de 32 años en Colombia, Honduras, El Salvador, Costa Rica, México, Guatemala y Nicaragua que con sus innovaciones dan una solución a las problemáticas sociales.
Las
categorías de este reconocimiento están basadas en los Objetivos de Desarrollo
Sostenible (ODS) definidos por las Naciones Unidas. Entre los que
se encuentran Salud y Bienestar; Educación de Calidad; Inclusión, Reducción de
Desigualdades y Pobreza; Transparencia, Justicia y Cero Corrupción; Impacto al
Medio Ambiente y Ciudades y Comunidades Sostenibles.
“Creemos que son los mismos jóvenes los convocados
a seguir transformando el mundo y son ellos quienes necesitan el apoyo para
seguir estimulando su pasión”, señaló Óscar Rodríguez, vicepresidente de Innovación
del Grupo Bolívar.
Durante los cuatro años en los que se han
desarrollado los Social Skin han participado 2.600 iniciativas. De estas, 22 han sido ganadoras y han recibido apoyo financiero por un valor de entre 7.000 y
12.000 dólares, además de acompañamiento de Emprende País para
escalar la innovación.
“La idea es que los ganadores reciban el acompañamiento, que dura entre 4 y 6 meses. En este proceso se desarrolla una ruta en la que se hace un diagnóstico de la innovación”, explica Rodríguez.
Ideas brillantes
Durante la edición de los premios de
este año participaron más de 600 interesados, de los cuales 15 fueron
seleccionados como finalistas y seis de ellos resultaron ganadores: Alfi, Coopmente, Leka, SiembraCo, Disruptia y Bigo Safe.
“Le apostamos a un proyecto tecnológico que acompañe a los usuarios en las vías
ayudando a bajar los índices de accidentalidad”, indicó Alexánder Nieves, CEO
de Bigo Safe.
La idea de este proyecto surgió luego de un accidente de tránsito que sufrió Alexánder, después de que un bus de servicio público no lo vio en su bicicleta al dar una curva. “Empecé a pensar en el desarrollo de una herramienta que permitiera dar mayor visibilidad a los ciclistas, motociclistas y usuarios de patinetas para evitar siniestros”, detalló.
Desde
que empezó el desarrollo de la idea en 2019, Bigo Safe ha efectuado campañas
para reducir la cifra de accidentes. Una de ellas es la alianza ‘Por la vida en la vía’, en la que diferentes actores, como empresas e
instituciones, pueden acoger esta tecnología para sus empleados o estudiantes
que se movilizan en bicicleta.
En el caso de Disruptia, la idea surgió después de
que sus cuatro socios fundadores estuvieron involucrados en trabajos con
impacto social, en donde notaron la problemática que tienen muchos jóvenes para
poder entrar al mercado laboral y las brechas en materia de capital humano con
las que se enfrentan muchas empresas para cubrir sus vacantes.
Por ello surgió la idea de crear una plataforma de formación ágil con la que, mediante inteligencia artificial y big data,
pueda hacerse una evaluación de las habilidades de los estudiantes y un
acompañamiento personalizado que le permite conocer a la persona cuáles son los
requerimientos de las vacantes disponibles en el mercado, a fin de articular
una serie de cursos que le permita al interesado formarse y postularse.
“Creemos
que esta es una de las formas para aportarle al país. Cerca de 85 por ciento de los que han usado la
plataforma ya tienen trabajo”, señaló Paula Porras, cofundadora de Disruptia.
SiembraCo nació, por otro lado, en medio de la
pandemia. “Empezamos a preocuparnos por la seguridad alimentaria y finalmente
ideamos la plataforma, que surge para mejorar las condiciones productivas de
los agricultores de pequeña escala, a través de una producción agrícola limpia
y responsable”, explicó Camilo Ramos, cofundador de SiembraCo.
La página le permite a una persona hacer una
siembra virtual, eligiendo qué tipo de productos le gustaría, y ese cultivo es
asignado a un agricultor de pequeña escala en el país. Con esto, el campesino puede cubrir los costos de
producción y dobla los ingresos que recibía por un canal de comercialización
tradicional, señaló Ramos.
En este momento, al proyecto están vinculados
agricultores de seis departamentos del país, con capacidad de cultivo de 238
hectáreas.
Fuente: El Tiempo . Tecnosfera
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