sábado, 2 de mayo de 2020

Llegó la hora de aterrizar la transformación digital


El sector de las telecomunicaciones tiene la responsabilidad de convertirse en referente en todas las industrias. ¿Colombia está preparada para la revolución?




La nueva frase de batalla en todos los foros y reuniones de gerentes es “vivimos la cuarta revolución industrial”. Buena parte de los conferencistas usan esta frase para simbolizar el momento de transformación que atraviesan todos los sectores por cuenta de la explosión de las tecnologías. Pero la realidad es que en la práctica, en el día a día de las empresas, están todavía lejos de afrontar el reto de la digitalización.

De hecho, el concepto ‘digitalización’ sigue siendo un tanto gaseoso y casi que cada industria lo entiende como puede. Aunque los enunciados para las empresas (sobre todo las medianas y pequeñas) suenan atractivas, lo cierto es que la tecnología sigue sin penetrar en las estructuras y procesos diarios.

En el área de las telecomunicaciones aseguran que “la tecnología transforma todas las industrias” e insisten en que no hay tiempo que perder. El enunciado que puede tener mayor calado entre los empresarios es “digitalizando la empresa se ahorrarán costos en poco tiempo”, pero esto requiere de una serie de factores que todavía son lejanos en las organizaciones.

Claro, el operador más grande que tiene Colombia, convocó a un grupo de empresarios en Cartagena en el Claro Tech Summit. En el evento se conocieron experiencias de empresas que han logrado transformar sus negocios a partir de la digitalización de sus procesos. Pero en la reunión también hubo tiempo para hablar de las talanqueras que impiden la transformación que es urgente.
Varios participantes coincidieron que la primera barrera para que las empresas inicien su proceso de digitalización son los propios gerentes y los ya viejos paradigmas organizacionales. El experto en innovación del Inalde Business School Fabio Novoa, explicó que es necesario, en primera instancia, tener la habilidad de aprender, desaprender y volver a aprender, implementar estrategias que no busquen “ser mejores sino diferentes”.

Una vez más, como en tantas otras reuniones de empresarios, los casos de éxito de Google, Netflix y Uber fueron estudiados y puestos como ejemplo para lo que deben hacer todas las empresas. Carlos Zenteno, presidente de Claro Colombia, fue más allá. El ejecutivo expresó que para todos los sectores, públicos y privados, de productos o servicios, la transformación digital está dejando de ser una opción para convertirse en una obligación que facilite su relacionamiento con los clientes y mejore la optimización de los negocios.



El caso 4-72

En términos simples, la digitalización de los negocios entrega tres grandes beneficios: reducción de costos, aumento de ingresos y, más importante, mejorar la experiencia de consumo de los clientes.
Y la empresa estatal 4-72 entendió como pocos, los beneficios de la transformación digital. La organización atravesó una crisis de funcionamiento, hasta que hicieron un alto en el camino para cambiar por completo sus paquidérmicos procesos.
Desarrollaron varias soluciones como la trazabilidad con códigos de barras, la automatización de las flotillas, y otras tecnologías que a través del internet de las cosas incrementan la operación en tiempo real.

Hoy en día, los clientes de 4-72 tienen disponible la información de su envío, notificaciones proactivas, hasta tener atención prioritaria dentro de las tiendas, al tener una tecnología que avisa y entrega toda la información del cliente al agente de servicio tan pronto este entra.
“Gracias a esta transformación digital la productividad está por encima del estándar, lograron un cumplimiento del 95% superando los tiempos de cumplimientos a nivel mundial”, señaló Adriana Barragán la presidente de la organización.

Lo ocurrido con 4-72 y otra decena de empresas que apostaron por la tecnología muestran que sí es posible transformarse, pero es necesario invertir y tener objetivos claros a corto y mediano plazo. Para las organizaciones la digitalización de sus negocios ni siquiera es una opción, es una obligación. Si las compañías colombianas no se transforman seguramente no sobrevivirán de aquí al 2020.


Fuente: Revista Semana

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