Para
poder ofrecer rápidamente al mayor número posible de empleados un fácil acceso
a los sistemas y programas operativos, algunas empresas han descuidado los
estándares de seguridad informática, dando lugar a potenciales riesgos de
seguridad cibernética.
Ahora que
un gran número de personas teletrabajan a causa de la pandemia de coronavirus,
crece el número de incidentes cibernéticos, ya que piratas y estafadores
informáticos, así como emisores de spam, buscan explotar vulnerabilidades en su
intento de sustraer información de valor. En respuesta a esta amenaza, los
expertos de Allianz Global Corporate & Specialty (AGCS) señalan diversas
medidas que pueden ayudar a los trabajadores a protegerse mejor frente a las
amenazas cibernéticas que surgen en la estela de la COVID-19.
El
coronavirus está cambiando la forma de trabajar e interactuar a diario de las
personas. Son muchas las empresas que se han visto en la necesidad de ampliar
—casi siempre en un plazo muy breve — su capacidad de teletrabajo como
consecuencia de la pandemia. En algunos casos, para poder ofrecer rápidamente
al mayor número posible de empleados un fácil acceso a los sistemas y programas
operativos, se han rebajado, o bien suspendido, los estándares de seguridad
informática, dando lugar a potenciales riesgos de seguridad cibernética para
las empresas.
Una
consecuencia de esta posible relajación de la seguridad es que puede resultar
más fácil para ciberdelincuentes y piratas informáticos el penetrar en sistemas
corporativos que antes contaban con una protección eficaz y provocar así
violaciones de la seguridad de los datos, intrusiones con intención de
extorsión cibernética y fallos en los sistemas informáticos. Desgraciadamente,
los teletrabajadores que acceden a redes corporativas empleado una conexión VPN
(red privada virtual) son un objetivo apreciado por los ciberdelincuentes, los
recientes incidentes así lo demuestran.
Las
campañas de phishing asociado al coronavirus, en las que se enviaban enlaces o
documentos adjuntos maliciosos en correos electrónicos o mensajes de WhatsApp,
empezaron a circular en enero de 2020 y no han dejado de proliferar. La
Comisión Europea ha indicado que la ciberdelincuencia ha aumentado en la UE
desde el inicio de la pandemia, mientras que la Organización Mundial de la Salud
(OMS) ha alertado recientemente acerca de correos electrónicos sospechosos que
buscan aprovechar la emergencia de la COVID-19 para sustraer dinero o
información sensible de los destinatarios. En algunos países, los datos indican
que el número de tentativas de ataques cibernéticos se multiplicó por cinco
entre mediados de febrero y mediados de marzo.
Los
empleados pueden vestir de manera más informal cuando trabajan desde casa, pero
eso no significa que deban relajarse cuando se trata de mantener los estándares
de seguridad informática.
Por
ejemplo, ciertos estándares de seguridad informática son requisito
indispensable para que una empresa pueda suscribir un seguro de riesgos
cibernéticos. Por este motivo, AGCS ha elaborado el siguiente compendio de
consejos y medidas que deben considerarse para protegerse frente a ataques por
Internet. Estos consejos y medidas se basan en las medidas básicas de la
Oficina Federal de Seguridad de la Información de Alemania y en las directrices
del Charter of Trust (asociación de empresas que promueven en todo el mundo la
seguridad informática, y de la que Allianz es miembro) y son aplicables a todos
los dispositivos, incluidos los que las empresas proporcionan a sus empleados.
Medidas
básicas de seguridad informática en la oficina doméstica
—
Mantener el software actualizado: deben utilizarse siempre versiones actualizadas de
los sistemas operativos y programas instalados. Cuando sea posible, debe
utilizarse la opción de actualización automática que, a menudo, está activada
por defecto. En caso contrario, deben instalarse de inmediato las
actualizaciones de seguridad del software y, en especial, las del navegador y
el sistema operativo.
—
Utilizar protección antivirus y cortafuegos: debe activarse la protección antivirus y el cortafuegos,
aunque hay que tener presente que esta medida solo es efectiva si va acompañada
de otros procedimientos de seguridad. La aplicación de esta medida no reduce la
importancia de los demás consejos que se mencionan en este documento.
— Crear
distintas cuentas de usuario: los programas maliciosos tienen en el sistema los
mismos privilegios que la cuenta de usuario a través de la cual hayan accedido
al ordenador. Por lo tanto, únicamente debe trabajarse con privilegios de
administrador cuando ello sea absolutamente necesario.
— Tomar
precauciones cuando se compartan datos personales: los estafadores por Internet
aumentan sus posibilidades de éxito dirigiéndose individualmente a sus
víctimas. Así, utilizan datos objeto de espionaje previo como, por ejemplo,
hábitos de navegación o nombres personales y de este modo inspiran confianza.
Hoy en día, los datos personales son moneda de cambio en la red y se comercia
con ellos. Siempre que sea posible, debe utilizarse una VPN conectada a la red
doméstica cuando se conecte a redes de área local inalámbricas (WLAN). De lo
contrario, la información que se transmita sin cifrar podrá ser leída por
terceros. Asimismo, una VPN también protege frente una variedad de ataques
contra el PC y los datos almacenados en este.
Medidas
adicionales de seguridad informática en la oficina doméstica
—
Únicamente deben llevarse a casa los dispositivos y datos que sean
absolutamente necesarios: la mejor manera de evitar la pérdida de información o dispositivos
pasa, en primer lugar, por no sacarlos de su entorno corporativo normal. Así,
no se perderán cuando estén en tránsito o en casa. Solo debe llevarse a casa
los dispositivos y la información que realmente se necesite.
—
Utilizar navegadores web actualizados: deben deshabilitarse, en la configuración del
navegador, los componentes y complementos. En primer lugar, debe introducirse
manualmente en la barra de direcciones del navegador la dirección de las
páginas web especialmente críticas en términos de seguridad como, por ejemplo,
las de banca on-line y después debe guardarse la dirección así introducida como
marcador, que posteriormente se puede utilizar para un acceso seguro.
—
Utilizar distintas contraseñas, que pueden cambiarse si es necesario: deben mantenerse los nombres de
usuario y las contraseñas protegidos, y deben cambiarse tan pronto como sea
posible las contraseñas que puedan haber caído en malas manos. Hay que utilizar
contraseñas distintas y no reconocibles para las diferentes aplicaciones, y las
contraseñas predefinidas por el fabricante deben ser cambiadas antes del primer
uso. Es importante que las contraseñas puedan ser fácilmente recordadas. Como
norma general: cuanto más largas, mejor. Las contraseñas deben tener, como
mínimo, ocho caracteres; no deben ser palabras que figuren en el diccionario y
deben incluir letras mayúsculas y minúsculas, así como números y caracteres
especiales.
—
Autenticación con doble factor: siempre que se ofrezca la posibilidad, debe
utilizarse autenticación con doble factor para proteger el acceso a las
cuentas. Un administrador de contraseñas puede facilitar el manejo de las
distintas contraseñas. No deben compartirse las contraseñas con terceros.
—
Proteger, mediante cifrado, los datos: los correos confidenciales deben protegerse
mediante cifrado. Cuando se utilice una WLAN, debe prestarse especial atención
al cifrado de la red inalámbrica. En el router, hay que seleccionar el estándar
de cifrado WPA3 o, si no estuviera disponible, el WPA2, hasta nuevo aviso. Debe
escogerse una contraseña compleja, que cuente con un mínimo de veinte
caracteres.
—
Descargar datos solo de fuentes de confianza: debe tenerse cuidado cuando se
descarguen contenidos o archivos de Internet. Antes de descargar un programa,
hay que verificar que la fuente sea de confianza. Si es posible, debe acudirse
a la página web del fabricante para su descarga.
—
Realizar periódicamente copias de seguridad: si, a pesar de las medidas de protección, el
ordenador resulta infectado, puede perderse información importante. Para
minimizar el daño, deben realizarse periódicamente copias de seguridad de los
archivos en discos externos, en dispositivos de memoria USB o en DVD.
—
Desactivar los dispositivos inteligentes activados por voz presentes en la
oficina doméstica y tapar la webcam cuando no se utilice: los asistentes por voz escuchan
todo lo que se dice en la habitación y lo transmiten al proveedor del servicio.
No hay garantía de que estas grabaciones no puedan caer en las manos
equivocadas. El usuario debe asegurarse de mantener tapada la webcam del
ordenador cuando no se utilice y tener cuidado con lo que se transmite a través
de vídeo.
— No
mezclar los usos personal y laborales: debe establecerse una clara distinción entre los
dispositivos y la información para uso laboral y para uso personal, y no deben
transferirse datos de trabajo a los dispositivos para uso personal. Así se
previenen las pérdidas accidentales de información. Además, esto ayuda a
separar mentalmente el tiempo de «trabajo» del tiempo «personal».
—
Identificar a todos los participantes en sesiones on-line: para las personas no autorizadas
que hayan tenido acceso a los datos de conexión, resulta especialmente fácil
colarse en grandes reuniones on-line con muchos participantes. Por esta razón,
todos los participantes en la reunión deben identificarse brevemente, en
especial cuando se traten asuntos sensibles o se compartan presentaciones en
pantalla.
— Cerrar
la sesión cuando no se utilicen los dispositivos y mantener estos protegidos: aunque sea para un breve
descanso, deben bloquearse las pantallas del ordenador y los dispositivos
móviles, al igual que se hace en el trabajo, para que no estén accesibles a
terceros. Y, por supuesto, mientras se encuentren en casa los dispositivos
deben estar protegidos frente a un uso no autorizado o incluso robo.
—
Observar prácticas de seguridad en la impresión y manejo de documentos
confidenciales: no deben
dejarse documentos confidenciales sobre la mesa. El «uso no autorizado» puede
llegar a incluir el que los niños utilicen documentos de trabajo para dibujar.
Los documentos confidenciales deben guardarse bajo llave cuando no sean
necesarios para el trabajo. Los documentos internos o confidenciales no deben
tirarse junto con la basura doméstica, hay que triturar los documentos internos
o confidenciales antes de ser desechados. Cuando no se disponga de una
trituradora de papel, hay que recoger todos los documentos internos o
confidenciales y llevarlos al trabajo para su correcta y segura destrucción una
vez terminado el teletrabajo.
— Ser
especialmente cuidadoso ante correos o adjuntos sospechosos, sobre todo cuando
el remitente sea un desconocido: en el entorno familiar de la oficina doméstica,
debe prestarse especial atención a los correos sospechosos. Por otra parte, no
debe cederse a la presión de los correos que urjan al usuario a tomar medidas
inmediatas o que se refieran a la vigente crisis de la COVID-19, por ejemplo.
Deberá tomarse el tiempo necesario para comprobar detenidamente cada correo
antes de abrirlo.
Información
adicional:
Fuente:DiarioTI
Directrices
del Charter
of Trust (asociación de empresas que promueven en todo el mundo la
seguridad informática).
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