miércoles, 5 de mayo de 2021

México: Ciencia y tecnología, sin fideicomisos... y presupuesto a la baja

En la última década, los recursos federales aprobados para ciencia y tecnología van a la baja y se incumple con la promesa de destinar, al menos, 1% del Producto Interno Bruto (PIB) al gasto para la educación superior y la investigación científica, así como al desarrollo tecnológico y la innovación en las universidades públicas.

 


 

Para 2021, el Congreso federal contempla 179 mil 257.1 millones de pesos. Esto representa menos que este año (179 mil 705.2 millones).

 

Pese a promesas, México sigue estancado en ciencia y tecnología 

  • Apenas se destina 0.41% del PIB en estas materias. Las administraciones federales incumplen en invertir 1%

En 2018,  México destinó a ciencia y tecnología un presupuesto equivalente al  0.41% del Producto Interno Bruto (PIB), según un análisis presentado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas, con base en datos del Banco Mundial y del Programa de Desarrollo Humano 2019.

Esto afecta el desarrollo humano, ya que según una teoría mundial, el desarrollo científico y tecnológico juega un papel relevante como factor del propio desarrollo de los países.  Para comprobar lo anterior, se comparó el índice de desarrollo humano y se dio cuenta que dentro de los 11 países con los mayores valores de éste, están siete que destinan altos recursos a la investigación y desarrollo, con promedios superiores al 2% del  PIB.

Mientras que los países con menor desarrollo y de índice de desarrollo humano bajo o medio (menores a 0.634) destinan en general menos de 0.60% del PIB a ciencia y tecnología.

En ese sentido, México, se situó en la posición 76 del índice de desarrollo humano.

De acuerdo con el último análisis del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en 2016,  México contaba con 0.7 investigadores de ciencia por cada mil habitantes, mientras que países como Singapur, Japón y Francia tenían 10. Comparado con países latinoamericanos,  nuestro país está por debajo de Argentina y Brasil, que cuentan con tres y dos investigadores por cada mil pobladores, respectivamente.

Este medio publicó que el gasto de investigación científica (Ide) es otro de los indicadores con rezago. En 2016 (último estudio), México destinó 0.4% de su Producto Interno Bruto (PIB), mientras Japón y Estados Unidos invirtieron siete veces más.

También se observa que el sector empresarial financió 19% de la Ide en México, contrario a lo que ocurre en los países desarrollados, en donde participan con 60% de lo destinado al rubro.

Sobre el desarrollo tecnológico e innovación de México en un contexto internacional, entre 2013 y 2018  ganó lugares, pasando del sitio 63 al 56; sin embargo,  perdió 16  escalones en eficiencia.

 

INFORMES DE LA AUDITORÍA SUPERIOR

Desaprovechan recursos para la sustentabilidad energética

Uno de los argumentos para desaparecer  los fideicomisos federales tiene que ver  con la falta de transparencia y el  derroche de los mismos. En ese sentido, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) publicó que de las figuras jurídicas a cargo del Poder Ejecutivo,  en 2018, se encontraron vigentes 19 fideicomisos públicos considerados como entidades paraestatales, los cuales contaron con disponibilidades al cierre de ese año por 42 mil 071.5 millones de pesos.

También reportaron 335 actos jurídicos considerados como figuras no paraestatales, con 878 mil 717.6 millones, de los cuales 305 se encuentran en operación y 30 en proceso de extinción o terminación.

Con motivo de la fiscalización de la Cuenta Pública 2018 se realizaron 80 auditorías; de éstas, 14  se enfocaron en fiscalizar su gestión financiera, con 97 acciones emitidas, cuyos hallazgos principalmente se refieren a la mala rendición de las cuentas y por los  incumplimientos en los procesos para disponer y aplicar los recursos.

En las 66 auditorías restantes en las que se revisó la aplicación de los recursos por parte de los ejecutores del gasto,  se emitieron 578 acciones, las cuales obedecieron a 38 incumplimientos en los procesos de adjudicación de contratos para obras de adquisición de bienes y servicios, así como a los propios contratos.

En la auditoría 12, de 14 en total, se evaluó el Fondo Sectorial Conacyt-Sener Hidrocarburos, en el que encontraron recursos “ociosos” por  dos mil 311.5 millones, “ya que no se han asignado a proyectos, por lo que se incumple el objetivo de apoyar las actividades de investigación científica, el desarrollo tecnológico e innovación, entre otras”.

Mientras que el Fondo Sectorial Conacyt-Sener Sustentabilidad Energética, autorizó 26 y ocho proyectos mediante el Comité Técnico y de Administración, por dos mil 393.4 millones y 623.7 millones, respectivamente, sin que “al cierre de la auditoría (noviembre 2019), se formalizaran los convenios de asignación de recursos, ya que la actual administración federal consideró necesario revisar la alineación de los proyectos con la nueva política energética”. Ambos están dentro de los 65 fondos de ciencia que están por desaparecer.



Fuente: El Informador

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