Este tipo de redes podrán utilizarse en parques
industriales, aeropuertos, infraestructuras deportivas, en corporativos y
también en centros educativos o de investigación.
Las redes privadas se utilizan en espacios como parques industriales, |
Las redes privadas de telecomunicaciones con tecnología 4G-LTE y 5G, aquellas que utilizan las empresas para sus propias comunicaciones y otros procesos internos pero que pueden estar o no administradas por un operador o un fabricante, observarán una notable crecimiento en el lustro que va de 2021 al año 2026, según proyecciones de Analysys Mason.
La firma proyecta que habría alrededor de 20,600 redes privadas entre LTE y 5G en ese año, desde 800 que se han construido hasta el último día de 2020 y en su mayoría, en regiones con economías desarrolladas pero que en el siguiente lustro se incrementarán en países emergentes como México por factores como la incipiente industria 4.0 en diversos sectores económicos, por un mejoramiento de la conectividad o por mejoras también en las proyecciones de crecimiento de las economías nacionales.
De acuerdo con Analysys Mason, este segmento de negocio aún es muy incipiente y sólo se tiene conocimiento más detallado de 156 redes privadas que recientemente se han construido alrededor del mundo con 5G y gracias a entrevistas que esta firma de investigación ha realizado a grandes compañías de todas las industrias que ahora han visto en este tipo de tecnologías, una nueva herramienta para generar eficiencias y productividad, y de paso mayor penetración de la conectividad.
“El mercado de redes privadas LTE y de 5G está en su infancia y hay poca transparencia en torno a los despliegues comerciales. Menos de 800 de estas redes fueron implementadas a fines de 2020, pero las tendencias indican que pronto el número de redes crecerá rápidamente. Prevemos que el número de estas redes llegará a 20,600 a finales de 2026”, dijo Analysys Mason.
Las redes privadas ya se utilizan desde tiempo atrás en diversas industrias y existen casos en que algunas empresas han vulnerado las regulaciones existentes en la explotación de frecuencias, sea porque no tuvieron en su momento la concesión respectiva o porque excedieron los límites de cobertura permitida.
Este tipo de redes podrán utilizarse en parques industriales, aeropuertos, infraestructuras deportivas, en corporativos y también en centros educativos o de investigación.
En todos esos lugares, las redes privadas utilizan el espectro que previamente pudo haber sido concesionado a un operador y la tecnología con la que se explotan esas frecuencias, aunque puede ser que las propias empresas definan la manera de uso, conforme sus procesos de trabajo.
También ocurre que un operador puede administrar las redes privadas, aunque haya sido la propia empresa la que realizó la inversión en el despliegue de toda la infraestructura.
Otra opción pasa porque la opere el fabricante que construyó la red o la misma empresa que contrató la construcción de la red privada, sin embargo, esta es la opción es menos factible debido a la falta de experiencia y porque la operación de una red de telecomunicaciones no suele ser su objeto de negocio.
Lo interesante con las redes privadas, expuso Guillermo Solomon, especialistas en temas de telecomunicaciones, está en que la inversión no sólo deriva de los operadores tradicionales y eso significa una alternativa que empuja para adelante los despliegues de redes y más rápidamente.
“Y por el Lado del regulador, también hay impacto por el uso del espectro y por la interconexión. Ya hay redes privadas de este tipo en Europa, inclusive con 4G (…) Pero con 5G se va a dar muchos más cambios, porque las frecuencias son muy altas y tienen menos alcance”, dijo Solomon, por la misma naturaleza de ese tipo de redes, en que por su alcance, densidad y uso, en algún momento las autoridades regulatorias estudiarán las regulaciones más adecuadas para ese tipo de infraestructuras. “Regulaciones que hoy todavía no conocemos".
Fuente: El
Economista
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